'Tierra', el libro que concentra el amor a su entorno de la Cooperativa de Viver

Un homenaje al territorio, sus productos y las personas que lo hacen posible y lo ponen en valor. Eso es 'Tierra', el libro con el que la Cooperativa de Viver conmemora su 30 aniversario y que, según su director, Fernando Marco, «es un libro de emociones, que plasma nuestro compromiso con los socios, con nuestro producto, con la gente que nos ha ayudado a crecer». De hecho, el autor del libro, el director de LAS PROVINCIAS, Jesús Trelis, se entrevistó durante meses con los protagonistas para conocer a través de ellos la tierra y los productos que defienden desde el campo hasta las cocinas.

«Este libro es sobre todo un canto al mañana, a respetar la naturaleza, a amar la Tierra, a saber valorar lo que tenemos, al trabajo solidario y en cooperativa, a ir de la mano», explica el autor. La obra comenzó a gestarse en 2020, cuando se cumplían los 30 años de la entidad, fundada en agosto de 1990 como almazara de aceite, pero su presentación se tuvo que demorar primero por la pandemia y luego por el grave incendio que sufrió la comarca el pasado verano, el incendio de Bejís.

Así, este martes, 'Tierra' se dió a conocer en el Centro del Carme de Valencia ante socios, clientes, representantes instituciones y del ámbito cooperativo, así como a especialistas del mundo de la gastronómia, uno de los sectores que han contribuido a dar a conocer los productos de la Cooperativa de Viver. Fue un acto que giró en torno a una tertulia entre el autor del libro, Jesús Trelis y los cocineros Luis Valls, del restaurante el Poblet y Joaquín Schmidt, del restaurante homónimo; y David Carot, socio y presidente de la Cooperativa de Viver.

Los productos de la entidad fueron los protagonistas de la charla, su importancia en la gastronomía y la puesta en valor tanto de la materia prima como de los productores. Los dos cocineros subrayaron la proximidad del producto y la honestidad en su forma de producirlos como los valores esenciales en sus cocinas.

«Cuando encontramos un producto singular como Lágrima (una de las tres marcas de aceites de oliva virgen extra que producen) intentamos darle valor añadido y que sea el protagonista del plato», apuntó Luis Valls, que defiende la elaboración de una gastronomía honesta en consonancia con la realidad de los agricultores. Por su parte Schmidt, gran adalid del producto de kilómetro cero, agradeció por su parte poder conocer a través del libro a muchas de las personas «que han hecho posible durante 30 años que pueda hacer la cocina que hago» y defendió «el alma» y la particularidad de los productos de la Cooperativa de Viver, siendo «un valor que no tiene precio».

La visión de los productores la puso David Carot, agricultor profesional además de socio y presidente de la Cooperativa, quién apuesta por un modelo de gestión agraria que ponga en valor «todo aquello que nos hace diferentes», como la aceituna Serrana, la almendra Marcona o las variedades autóctonas de viñas, además de «dignificar el trabajo de los agricultores».

Desde el ámbito institucional el acto contó con la intervención virtual de Francesc Colomer, Secretario Autonómico de Turismo, que celebró los '30 años de resistencia, de creatividad, de fe y de generar esperanza» de la Cooperativa de Viver, convirtiéndose en «un espacio de referencia muy inspirador», no solo para el sector agrícola sino también agroturístico.

Roger Llanes, Secretario Autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, clausuró la presentación alabando el proyecto de la Cooperativa y su singularidad dentro del ámbito agrario y del cooperativismo, a la vez que defendió el libro como «hijo de la adversidad» al haber pasado una pandemia y un gran incendio antes de su publicación.

Asimismo, Llanes evidenció la «falta de más emprendimientos cooperativos y de pequeños y medianos productores en el mundo agrario» y ha puesto de manifiesto el reto que supone la transición de la figura del agricultor a la del empresario, combinando los valores sociales de su actividad con la «necesidad de generar rentabilidad y un medio de vida honroso».

El acto concluyó como no podía ser de otra manera, degustando uno de los productos de la cooperativa, sus vinos: Nube sobre la Piel, un monovarietal Chardonnay, y La Perdición, un coupage de variedades tintas con doce meses de barrica.

La Cooperativa de Viver se fundó en 1990 con 242 socios como almazara y actualmente se ha convertido en una empresa agroalimentaria. Además, de la producción de aceite, comenzó a producir y a comercializar almendras y nueces; apostó por la recuperación de productos hortícolas autóctonos como la alubia y la alcachofa, así como la tradición vinícola de la comarca.

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