Los helados de Valencia que emocionan al mundo

Hace 15 años llegaba Maurizio con su mujer a tierras valencianas para disfrutar «de un año de descanso». La rutina como asesor financiero en Bérgamo le llevó a echar el freno y llegar a la Comunitat en busca de «desconexión». Una familiar de su esposa ejercía de anfitriona y reconoce que pronto «me enamoré de España y de los valencianos». Un primo suyo le animó «a montar una heladería italiana» y reconoce el ahora maestro artesano que se decidió «por diversión». Aquel 13 de mayo de 2006 nacía la historia de la Heladería Véneta, que recibe el nombre en homenaje a la región italiana del Véneto, «por el primo Paulo que me motivó».

Ahora este local es referencia para valencianos y turistas y sus creaciones conquistan paladares del público y del jurado en cualquier concurso al que se presenta Maurizio. Prueba de ello es que actualmente la heladería ostenta la tercera posición en el World Ranking de las mejores del mundo, un «orgullo» que lleva un gran trabajo por detrás.

«Nosotros intentamos vender un sueño, una experiencia», resume Maurizio de las elaboraciones que se dan forma en su obrador del Puerto de Sagunto. De allí salen «80 sabores distintos», entre los que se encuentran «los más clásicos y algunas innovaciones exóticas y veganas con el objetivo de dar rotación al mostrador y que cada día del verano el cliente vea un sabor distinto y así pueda atreverse a degustar algo nuevo, a emocionarse con una simple cucharada».

Para dar, con lo que define Maurizio Melani, con «el sabor perfecto» se recorre un camino que no es únicamente de «prueba y error en el obrador», también de viajes. «Cuando quiero conocer algún producto en concreto cojo un avión y viajo hasta el lugar que sea». Así consiguió el artesano dar con «las tres mejores variedades de pistachos del Mediterráneo, en Turquía, Grecia e Italia» para dar forma a una de sus últimas creaciones: Pistacchio Paradise. «Este helado ha costado 12 años en afinar la receta para que tuviera un sabor exacto tanto en el consumo como tras degustarlo». Así nació una combinación de variedades del fruto seco que se mezcla con turrón italiano, salsa de chocolate blanco y crema de pistachos que ya ha conseguido varios reconocimientos internacionales.

Aunque para dar con un sabor que encumbró a Maurizio Melani hay que hablar del helado Galleta de la abuela. Reconoce el maestro que «nació tras un error en una elaboración para hacer helado caliente (estilo mousse)», pero el fallo derivó en «victoria» tras ganar el premio al mejor helado de España 2013-2014 y convertirse en finalista entre los mejores helados del mundo. Desde aquel momento se ha convertido en una de las tarrinas más solicitadas por los clientes.

Este helado de galleta de la abuela resume «la emoción» que busca Maurizio con su trabajo, ya que la base de sabor es la galleta tradicional de estilo María. «Una vez una cliente se puso a llorar tras probarlo y yo pensaba que tenía un problema, pero me dijo que al degustar el helado había recordado momentos de su infancia», destaca de forma orgullosa Maurizio. «Los adultos también somos niños y con la comida volvemos a nuestra infancia, por eso al ver que en un supermercado había palets enteros con galletas me decidí a hacer un helado con ese sabor tradicional que todos hemos disfrutado», explica el artesano de su creación más premiada.

Los tres locales en la ciudad de Valencia llegaron como expansión del negocio inaugurado hace 15 años en el Puerto de Sagunto. El trabajo de Maurizio Melani en el obrador ha hecho posible que hoy en día su heladería esté entre las mejores del mundo, que sus creaciones reciban los máximos galardones de jurado y público y que cada día se pueda iniciar un viaje de sabores y emociones desde una diminuta tarrina. Hasta los italianos que viajan a Valencia prueban y repiten los helados de Maurizio Melani.