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El Despertador
Jueves, 2 de mayo 2024, 19:09
«Cuando desde el periódico se me propuso darle al Negroni una vuelta desde la valencianidad, tenía varios escenarios posibles: o bien irme hacia ... alguno de los vermús hechos en la Comunitat ( alguno de ellos directamente de naranja, y muchos al amparo de los vinos moscatel de Teulada ), o bien dedicarme a buscar un bitter valenciano (prefiero buscar un Unicornio, sinceramente) o lo que finalmente decidí: irme a por una ginebra valenciana, valencianamente valenciana». Así recuerda Pepe Orts cómo recibió del encargo, en plan desafío, que le trasladamos hace unos días: crear su particular versión del Negroni desde una perspectiva local. Y esto nos explica ahora: «Les confieso que lo tenía pensado desde el principio pues desde que llegó a mis labios la ginebra M'Alegra y me contagió la ilusión por un producto tan honesto, tan auténtico, tan original y tan rico, no ha parado de crecer».
Dicho y hecho. «La ginebra M'alegra se elabora desde una fórmula nacida en Alboraya por el arduo trabajo de la bartender, sumiller y alma mater de la enoteca Vinyco, Elisabet Bravo», relata, «quien lleva años trabajando en formulas de uso de naranjas auténticamente de Valencia, cosechadas exclusivamente durante el mes en que tienen mejor maduración y por lo tanto con más aroma en la piel». «Con ellas ha conseguido un producto que, sin renunciar al enebro, tiene unas notas dulces y afrutadas hacia nuestro más famoso cítrico que le van como anillo al dedo a este negroni que les presento hoy». Con un aviso: «El negroni es un coctel que hay que beberlo con más de 40 años». Y una precisión: «Dicen que la ópera no gusta hasta pasada esa edad, cuando la madurez de los sentidos permite apreciarla: pues yo les digo que pasada la cuarentena es cuando los sabores amargos nos pueden acompañar con más calidez y con más entusiasmo».
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Hecha esta advertencia, Orts recalca que el negroni «es sobre todo eso: amargor (que no amargura)». Y hace memoria sobre el nacimiento del popular trago, muy extendido en la cultura coctelera internacional: «El conde Camilo Negroni tuvo la genial idea a primeros del siglo pasado , de pedirle a su barman que sustituyera la soda de su 'americano' por gin y así nació este cóctel tan equilibrado, tan elegante y tan complejo en el paladar como fácil de beber». Su receta, en concreto, se desarrolla en los siguientes términos: partes iguales de vermú rojo («En mi caso siempre italiano», apunta), bitter («Italiano también», agrega), y finalmente ginebra seca. «Una receta muy simple», aclara. «Tanto el vermú como el bitter», prosigue, «tienen naranja en su composición, así que lo terminé de resolver 'valencianamente' con esta ginebra afrutada, sedosa y muy redonda en boca gracias a su mezcla de naranjas valencianas cosechadas en su óptimo de maduración».
Despedida: «Espero que les guste».
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