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Rosa Vázquez, sobre el lagar de la bodega, rematada por uno de los dos arcos originales que sobreviven. I. Marsilla
Viaje al centro de Valencia: un descenso a su bodega más antigua

Viaje al centro de Valencia: un descenso a su bodega más antigua

Proava gestiona en el barrio del Carmen un rincón de singular encanto datado en el siglo XIII: un lagar reinventado como centro de interpretación del vino donde excava en nuestra historia enológica y ofrece catas

Jorge Alacid

Valencia

Jueves, 2 de mayo 2024, 18:36

Todo esto era campo. La frase, tan canónica como manoseada, sirve estupendamente para entender que si bien estas líneas nacen bajo tierra, en el corazón del barrio del Carmen, exigen de quien las lea un esfuerzo de imaginación para transportarnos al siglo XIII. Allá ... al fondo, desde la calle Baja se observa algún resto de la muralla: es decir, que el enclave donde Proava gestiona la bodega más antigua de Valencia se encontraba extramuros en aquel siglo. Una antigua casa de labranza, reconstruido en los dibujos que se enseñan a los visitantes, que se encontraba rodeada de un vergel. «El paraíso», en palabras de Rosa Vázquez, directora técnica de la entidad, que esta tarde de primavera abre las puertas del tesoro que custodia: accedemos por la plaza del Centenar de la Ploma, salvamos unas escaleras e ingresamos en un viaje siete siglos más atrás. Cuando en este rincón de las afueras de Valencia prevalecía la huerta y el arbolado (almendros, olivos, viñas por la calle Roteros y también hacia la Zaidia) y la ciudad era la auténtica ciudad del Turia, porque el río se podía divisar desde la finca donde antaño se elaboraba vino y hoy se ha convertido en un apacible rincón donde juegan los escolares de algún colegio cercano bajo la sombra de unos monumentales ficus.

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