Vinos dulces valencianos

¿Sabían ustedes que tenemos en nuestra tierra el considerado mejor vino dulce del mundo por la prestigiosa revista británica Decanter? Pues así es, se trata del Dulce de San Blas, un vino blanco botritizado, elaborado en la Finca San Blas en Requena, una auténtica rareza, que debido a que requiere unas condiciones meteorológicas muy particulares, solo ocurre cada 6 u 8 años. Destacan sus notas de naranja escarchada, membrillo, orejones… Muy untuoso en boca, pero no empalaga nada, de azúcar muy equilibrado y es perfecto para tomar con una tabla de quesos intensos y frutos secos. Como ya les decía, no hay siempre existencias, por lo que cuando tengan la oportunidad de probarlo, no digan que no.

Mención especial hoy para otra joyita que viene desde Chiva. La Família Valsangiacomo, elabora Cuva Vella, este moscatel de Alejandría envejecido en madera de castaño. Amigos, es lo más parecido a un sorbo en el cielo. Notas acarameladas, torrefactos amables, mucho regaliz, especies… Yo diría de los vinos dulces más complejos en aromas que he catado y si esperas unos instantes, no dejan de salir más y más.

En nuestra estantería siempre reservamos alguna botella para clientes especiales, hacerse con una de ellas es todo un privilegio. No podíamos dejar fuera de la columna de hoy a la Marina Alta, cuna de nuestra querida moscatel, aquí podríamos hablar largo y tendido de muchos proyectos emergentes en la zona que requieren capítulo aparte, pero hoy nos detenemos en Jesús Pobre, donde Mara elabora el Dolç de Les Freses. La moscatel para este dulce, se recoge ya pasificada de la planta, con lo que el dulzor natural de la uva pasa está muy presente en el vino, consigue un color dorado intenso, y en boca es muy envolvente y amielado. Cuando lo tomas, te trasladas a una tarde de verano en el Riu Rau, después de una comida de cocas tradicionales. Pequeños placeres a disfrutar en La Marina, que no se olvidan.

(*) Isabel Reig, responsable de Sumiller Original CV