El cóctel del amor

El cóctel de hoy sigue en la línea que venimos haciendo de preparar cosas ricas con elementos fáciles que podemos encontrar en casa. En esta ocasión y para celebrar el día de los enamorados, vamos a llamar al San Valentín que todos llevamos dentro y le vamos a pedir que salga, de ahí el nombre del cóctel: Sal, Valentín.

Para hacer esta ricura, compraremos un buen helado de fresa que nos guste a nosotros y, sobre todo, que entusiasme a nuestra pareja, compraremos también una salsa de caramelo, un poco de leche condensada, un limón y una botella de tequila. En una coctelera (o en el bote de los garbanzos que tenemos limpio con su tapa), añadiremos dos o tres buenas cucharadas del helado que previamente habremos tenido fuera del congelador como una media hora, hasta que esté blandito sin que llegue a deshacerse. Posteriormente añadiremos una cucharada colmada de leche condensada, el zumo de un limón y un buen chupito de tequila. Le meteremos al bote o coctelera un par de hielos y agitaremos vigorosamente.

Posteriormente en una copa bonita y elegante, esparciremos unas gotas de nuestra salsa de caramelo por los lados hasta que hagan unas gotas como lágrimas por el borde interior de la copa. Una vez conseguido este efecto, añadiremos el contenido de nuestra coctelera y lo acabaremos rematando con una fresa natural y , si llega el caso, algunos bombones o pastelitos ad hoc.

El triunfo estará asegurado. Si San Valentín no sale a nuestro encuentro, recordemos que aún nos queda el resto de la botella de tequila.

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