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Genoveva Casanova tiene 38 años, dieciséis menos que su novio, José María Michavila.
Genoveva y 'la familia Trapp'

Genoveva y 'la familia Trapp'

La exmujer de Cayetano niega haber pedido la nulidad, confirma su relación con el exministro Michavila y se erige en protectora de los siete hijos que suman entre ambos

arantza furundarena

Jueves, 5 de marzo 2015, 14:00

Más feliz que nunca. Así ven algunos a Genoveva Casanova gracias a su relación sentimental con el exministro de Justicia del PP y exdiputado por Valencia, José María Michavila. "Están enamoradísimos", afirman sus allegados. Lo que no logró el jinete Cayetano Martínez de Irujo con un amor de ida y vuelta y un matrimonio tan rutilante como breve, ni consiguió el evasivo cantante Luis Miguel ni tampoco el diplomático representante de ACNUR Gonzalo Vargas Llosa, podría alcanzarlo ahora este viudo de 54 años, dieciséis más que ella, abogado y político, que fue miembro del gobierno de Aznar y, en su día, el principal impulsor de la reforma para el cumplimiento íntegro de las penas. Juntos, del brazo, salieron Genoveva y José María de la galería de arte Marlborough de Madrid tras la presentación, el pasado miércoles, del trabajo fotográfico realizado por Casanova para la firma de champán francés Ruinart, con motivo del 250 aniversario de su mítico Rosé.

Durante la recepción, la mexicana atendió a la prensa con su habitual cautela revestida de dulzura, marca de la casa. "¿Qué aporta José María a mi vida? Mmmm... La sonrisa me delata", dijo exhibiendo su perfecta dentadura sin precisar nada más. Sus hijos, los gemelos Luis y Amina, de 13 años, no asistieron porque estudian en un internado inglés. Pero ellos, junto con los cinco de Michavila, fueron el principal parachoques tras el que Genoveva se parapetó para esquivar preguntas incómodas. "Es que no son dos niños, son siete y mi obligación es velar por su intimidad", recalcó ante la insistencia de los periodistas sobre los recientes rumores de que su ex, Cayetano, desea modificar el convenio regulador del divorcio y que ella ha decidido solicitar la nulidad de su matrimonio. "No se ha iniciado ningún trámite", zanjó. Y con respecto a su boda con el conservador Michavila (al que se vincula con la congregación ultracatólica Legionarios de Cristo) solo advirtió que es "demasiado pronto para eso".

Genoveva ha caído de pie en la extensa familia de Michavila, incluida la política. El exministro acudió a la galería no solo con sus dos hijas mayores sino también con Esperanza, su suegra, madre de su difunta esposa, Irene Vázquez Romero, fallecida en noviembre de 2013 tras sufrir un infarto cerebral masivo en el parto de su quinto hijo. Esperanza y su marido compartieron recientemente mesa y mantel con José María y Genoveva. Querían conocer a la famosa novia de su yerno. Y la mexicana se graduó cum laude. Los suegros y los hijos de Michavila la tienen ahora "en un pedestal".

En esta pareja además de amor hay amor al arte. En un par de días han quemado la agenda cultural de Madrid. Tras un fin de semana largo esquiando en Baqueira con toda su troupe (Luis y Amina viajaron desde Londres aprovechando unos días de vacaciones), se les ha visto en el Teatro Real presenciando el estreno de la ópera El Público, dirigida por Pablo Heras-Casado, novio de Anne Igartiburu, visitando Arco y finalmente, en la galería Marlborough para la presentación de Empreintes, el trabajo fotográfico realizado por Genoveva el otoño pasado en las cavas de la Maison Ruinart, patrimonio histórico de Francia, y cuyos beneficios irán íntegros a la fundación Arte Down.

Hija de un adiestrador de animales, licenciada en Filosofía y con un máster en Fotografía, esta chilanga nacida hace 38 años en el DF, ha ejercido también como diseñadora de joyas, embajadora solidaria y modelo en los más de 13 años que lleva siendo famosa en España, país al que llegó por un intercambio universitario que la trasladó a Sevilla. Primero fue conocida como la madre sorpresa de los mellizos de Cayetano Martínez de Irujo (llevaban solo cinco meses juntos), más tarde como su esposa, luego como su exmujer y siempre como una de las nueras favoritas de la duquesa de Alba. Educada, "muy culta", según los que la conocen, y de talante angelical, al menos en la superficie, Genoveva vuelve a apostar por el amor. Pero como reza el título de esa comedia francesa, La felicidad nunca viene sola... Michavila es padre de cinco hijos: desde mayores de edad a un bebé de 15 meses. Y Casanova, madre de dos adolescentes, se podría ver en el futuro al frente de un clan tan numeroso como el de la familia Trapp. Le preguntaron cómo se planteaba ejercer de madre de siete hijos y la mexicana lanzó un pequeño suspiro y contestó: "Ya veremos".

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