Inma Cuesta se indigna

Aunque cada vez son más las famosas que se rebelan contra la dictadura estética del Photoshop, en España todavía no resultan comunes estas respuestas airadas: ha habido casos como el de Belén Rueda, que ha admitido en entrevistas que ni siquiera se reconoce en algunos retratos, pero supone una auténtica novedad la reacción indignada que ha protagonizado Inma Cuesta. La actriz ha recurrido a las redes sociales para protestar por unas fotografías publicadas en el dominical de 'El Periódico', en las que aparece con el brazo y la cadera rebajados informáticamente.

«No entiendo la necesidad de retocar mi cuerpo hasta dejarme casi en la mitad de lo que soy, alisar mi piel y alargar mi cuello hasta convertirme casi en una muñeca sin expresión», se queja la intérprete de 'Águila Roja', que al final de su mensaje extrae conclusiones generales de su experiencia: «Me hace reflexionar muy seriamente hacia dónde vamos y reivindicar con fuerza la necesidad de decidir y defender lo que somos, lo que queremos ser, independientemente de modas, estereotipos o cánones de belleza».

Inma Cuesta ha recibido el apoyo de compañeros de profesión como Eduardo Noriega, Michelle Jenner, Natalia de Molina, Antonio de la Torre, Raúl Arévalo o Fran Perea, y también de muchos fans, asombrados de que sea precisamente ella la 'photoshopeada': «Si le hacen retoques a Inma Cuesta -escribía una-, a mí directamente me harían vudú».

«Consignas» de la agencia

Los responsables de la revista aclararon ayer por la tarde que en ningún momento tuvieron acceso a las fotos originales, puesto que se las enviaron ya modificadas. Por su parte, el autor de las imágenes, Vicente Merino, asegura que se limitó a seguir las «consignas» de la agencia que lleva la comunicación de la película 'Los miércoles no existen', en cuya promoción se enmarcaba el reportaje. La respuesta del medio indica, además, que Inma Cuesta es imagen de una marca de cosméticos con «una foto que dista mucho de ser natural».

La nómina de 'celebrities' internacionales que abogan por la moderación en el tratamiento de las imágenes es ya amplia, con figuras como la cantante Lorde (que detesta que disimulen las imperfecciones de su cutis) y las actrices Kate Winslet («creo que han reducido un tercio el grosor de mis piernas», se lamentó una vez) y Keira Knightley (harta ya de que le inflen los pechos y le dibujen curvas inexistentes). «Los cuerpos de las mujeres se han convertido en un campo de batalla», ha declarado esta última en una entrevista con el diario británico 'The Times'.