J.A.L.
Miércoles, 5 de abril 2023, 01:36
Detenido en 1938 cuando fue sorprendido por la Policía en compañía de una mujer casada, actividad considera delito por entonces en Estados Unidos, Frank Sinatra ... se sometió al ritual tantas veces visto en el cine y la televisión... sólo que en su caso no era ficción. En la realidad, también tuvo que pasar por el trance de que sus huellas digitales se registraran en la comisaría adonde fue conducido e inmortalizada su imagen posando de frente y de perfil, de acuerdo con un protocolo que han tenido que sobrellevar otras celebridades contemporáneas. El trámite que amenaza ahora al expresidente Donald Trump. El posado que suelen evitar los miembros de la clase política pero que acecha a los integrantes de la farándula norteamericana: actores, músicos... También deportistas.
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Por ejemplo, el mejor golfista de la historia, Tiger Woods. El famoso jugador de golf fue detenido cuando conducía bajo los efectos del alcohol y las drogas, hace seis años, por una carretera de Florida. ¿Otro ejemplo de deportista célebre que pasó por semejante proceso? Uno muy célebre: el boxeador Mike Tyson pasó a la historia de esta recopilación de fotos que por Norteamérica llaman 'Sports Mugshots', sospechoso del mismo delito que Woods: conducir drogado, en su caso por California. La relación de delitos que lleva a esa clase de celebridades planetarias hasta el estudio del fotógrafo de guardia en cada comisaría suele tener que ver con esa clase de adicciones: véase el recurrente caso de la actriz Lindsay Lohan. O el del cantante Justin Bieber, quien añadió a las sospechas de manejar el volante después de haber consumido marihuana su imputación por participar en carreras de coches.
Mick Jagger, Al Pacino, Charlie Sheen, Robert Downey Jr., Steve McQueen... Los archivos policiales en el país de Trump contienen una prolija relación de famosos que en algún momento de su carrera fueron detenidos y por supuesto fotografiados con cara de resaca. O de mal genio. Revisar esos registros con una perspectiva histórica permite ver cómo el delito que les puso en manos de la Policía ha ido evolucionando con la lógica del paso del tiempo. Jane Fonda, por ejemplo, fue puesta en manos policiales en su condición de reiterada manifestante en distintas clases de convocatorias políticas: en la primera de esas imágenes, su estreno en la sala de retratos, posa con el puño izquierdo cerrado para despejar cualquier duda de su orientación ideológica. Más prosaico es el motivo que llevó a esa misma situación al actor Hugh Grant, culpable de solicitar los servicios de una prostituta. Los delitos sexuales son por cierto un capítulo que también engrosa esta lista de famosos con ficha policial: véase el caso de Michael Jackson, sospechoso de someter a abusos a menores.
Jim Morrison, Hendrix, Bowie... Esta curiosa historia continúa y llega hasta la cúspide. Hasta el trono donde se sentaba el Rey: Elvis Presley. Su Majestad, monarca máximo del rock, fue detenido en los años 50 por un delito muy mundano: exceso de velocidad. La imagen muestra su icónica estampa: generosa pelambrera, maxigafas de sol, camisa blanca con los cuellos disparados... Y una incipiente sonrisa asomando en los labios: tenía al parecer sentido del humor. Por si había dudas de la opinión que le merecía haber posado para la Policía, cuando años después visitó la sede del FBI se permitió un capricho, que le fue concedido: volver a ser fotografiado. De frente y de perfil. El destino que tal vez aguarda a otro Rey, el de la dinastía Trump.
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