Violeta Mangriñán ha sufrido un importante susto al volante del que todavía sigue recuperándose. La exconcursante de 'Supervivientes', embarazada de casi siete meses de su segunda hija, ha tenido un accidente en carretera cuando se encontraba viajando en un vehículo VTC que tuvo una fuerte colisión de la que por el momento se desconocen los detalles. La 'influencer', que contaba el siniestro en sus redes sociales, se mostraba agradecida de «estar viva para contarlo».
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Mangriñán sigue recuperándose del shock, ya que el susto ha sido todavía mayor al encontrarse en avanzado estado de gestación de Gia, su segunda hija. La misma Violeta contaba que se fue directa al hospital después de la colisión para hacerse una revisión y que los médicos confirmasen que todo seguía bien. «La hostia ha sido tremenda, pero por suerte estoy bien. Me duele increíble el cuello», relataba Mangriñán a sus seguidores a través de 'stories' de Instagram. Su pareja, Fabbio Colloricchio, está siendo un gran apoyo para la 'influencer' y se ha mantenido a su lado durante todo el proceso.
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Según contaba la valenciana, el Cabify en el que circulaba viajaba a demasiada velocidad en el momento del choque: «Iba muy rápido para la calle en la que transitábamos y no ha tenido capacidad de reacción para frenar. Nos hemos estampado contra un coche que salía de un garaje de pleno», detallaba Mangriñán. «Yo me he comido el asiento de copiloto. Me duele la frente, la oreja, el abdomen por el tirón del cinturón por la tripota, pero sobre todo el cuello», explicaba sobre las secuelas del siniestro.
El susto se producía tan solo unas semanas después del accidente que su pareja, Fabio Colloricchio, vivió mientras conducía con su hija Gala en el coche. Curiosamente, tan solo unas horas antes de sufrir el siniestro, la 'influencer' confesaba a sus seguidores el miedo el miedo que le producen los automóviles en referencia a las fuertes lluvias registradas en Madrid este jueves, que llegaron a paralizar la ciudad: «La ciudad colapsada y las carreteras ni os cuento. Nunca jamás en la vida había tenido miedo de morirme, todo cambió cuando me convertí en mamá», aseguraba Mangriñán poco antes del percance.
«Desde que tengo a Gala y más ahora embarazada, me he vuelto una miedosa caguica«, confesaba, aunque compartía que el transporte en carretera no es el único que le da respeto: »Lo mismo me pasa con los aviones, o peor. Nunca me dio miedo a volar y ahora cada vez que he de coger un avión me da pánico«, confesaba la valenciana.
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