UISO CRESPO
CATARROJA.
Jueves, 18 de julio 2019, 01:07
Las piscinas grande y pequeña del polideportivo de Catarroja se tuvieron que cerrar en la jornada de ayer debido a la presencia de excrementos en ella. Una persona, sin identificar, hizo sus necesidades, de tal manera que se tuvo que activar el protocolo de sanidad para estos casos.
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Debido a esta situación se tuvo que vaciar de agua y llenar de nuevo, además de hacer un tratamiento del cloro, según informó el ayuntamiento de este municipio a través de su cuenta en una red social.
Jesús Monzó, alcalde de Catarroja, aseguró que no se ha localizado al culpable de esta situación. «Se ha detectado y nadie había avisado, así que será por un acto de gamberrismo, entiendo. Si hubiera sido algún niño sus responsables lo hubieran comunicado», dijo. Por esta razón, todo apunta a que este será el motivo que provocó que los vecinos se quedaran sin disfrutar de la piscina durante la jornada del miércoles.
«Todos los días se hacen controles rigurosos. Tenemos un protocolo muy estricto», señaló Monzó. Ante el hecho acontecido ayer, el alcalde quiso trasladar un mensaje para los vecinos de Catarroja. «Hacemos un llamamiento a la ciudadanía de que este tipo de actos no deben producirse. Lamentamos esta situación», añadió.
Además, en el comunicado el Consistorio quiso hacer referencia al comportamiento incívico de una sola persona que dejó a todos los vecinos de la localidad de Catarroja sin servicio de piscina durante la jornada de ayer. Hoy está previsto que se complete el protocolo sanitario para poder reabrirla y que así los residentes puedan disfrutarla a lo largo de este verano.
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Se da la circunstancia de que no es la primera vez que una piscina cierra en verano por este motivo. En Massanassa ya sucedió un episodio similar. En este caso, fue también la presencia de heces la que obligó a cerrar hasta en cuatro ocasiones la instalación al tener que activarse el protocolo de desinfección.
Precisamente, Paco Gomes, alcalde de esta localidad, pidió también «civismo» para evitar que esta situación vuelva a producirse. «El aforo de la piscina, que se remodeló hace un año, es de 1.100 personas pero el límite que fijamos es de 700. Actualmente, cada día acuden a la instalación entre 300 y 400 personas. Se ha intensificado la vigilancia para que no vuelva a ocurrir algo similar, ya que en casos así, perdemos todos», aseguró a LAS PROVINCIAS el día en que se produjeron los hechos mencionados.
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