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Tavernes
Jueves, 25 de marzo 2021, 23:10
El Camí de l'Alqueria del Grande de Tavernes Blanques se había convertido en el camino del miedo tras el ataque de una jauría a un vecino de 65 años, con consecuencias graves, el pasado lunes, y a un joven al que le causaron heridas leves. Tras saltar a los medios el suceso, ahora se cuentan por decenas los afectados por mordeduras de perro en este mismo lugar, junto a una vivienda rodeada de campos.
La voz de alarma saltó a la redes sociales y ha llegado a vecinos de Alboraya, que también suelen usar este camino que conecta con Benimaclet y que muchos utilizan como atajo o para pasear o ir en bici.
Entre estos testimonios está el de un joven que denunció al propietario de esta vivienda, después de que un perro le atacara en 2011. Todavía recuerda que se trataba de un pastor alemán negro que se le tiró encima cuando pasaba por la zona circulando con su moto.
El animal le dio un mordisco en las nalgas, "si me llega a tirar al suelo hubiese sido peor", asegura, pero su pericia al volante hizo que aguantara el ataque. Tras los hechos puso la pertinente denuncia ante la Guardia Civil de Tavernes Blanques y se inició un proceso judicial en el que el propietario del can fue condenado a pagar una indemnización mínima a la víctima de cinco euros por día de recuperación, con un total de 180 euros, pero se declaró insolvente.
A pesar de ello, el perro siguió en la propiedad. "No entendemos cómo no se lo quitaron pero nosotros dejamos inmediatamente de utilizar ese camino", explica la madre del joven que sufrió el mordisco. "Más que las heridas fue el miedo que pasó en esos momentos", comenta y señala que "ahora parece que han puesto unas maderas para que no se escapen pero yo prefiero dar una vuelta más grande para evitar pasar por ahí".
Al parecer, desde hace una década los perros de esta caseta de huerta han estado amedrentando a los viandantes, sin que "nadie haya hecho nada por evitarlo", como señalan vecinos de Tavernes que añaden que esta zona de Valencia, que linda con su municipio, "está totalmente abandonada".
El detonante para que brotara de nuevo la voz de alarma fueron los últimos ataques del pasado lunes, primero a un joven que regresaba del instituto, al que causaron heridas leves, y minutos después a un hombre de 65 años que iba por el camino y que sufrió varias mordeduras una de ellas grave y está a la espera de un injerto de piel.
En ambos casos los cinco perros acorralaron a sus víctimas. El jubilado contó para este periódico que "vio la muerte en esos momentos" y que salvó su vida gracias a la intervención de un hombre que pasaba con su bicicleta, que dio vueltas alrededor de ellos hasta que los hizo huir, no sin antes sufrir lesiones.
Ante estos hechos, la Policía Local de Valencia procedió ayer por la tarde a retirar de manera cautelar los canes al propietario después de que el juzgado de lo penal dictara la orden por las sendas denuncias presentadas por los afectados ante la Guardia Civil. El día de los hechos, los agentes locales comprobaron que los animales llevaban el chip correspondiente aunque en algunos casos las vacunas las tenían caducadas.
Los canes han quedado custodiados por Modepran, encargada del servicio de recogida de animales. Según señalan desde la protectora, en estos casos, "no hay que culpabilizar a los perros, sino al propietario porque la manera en la que se comportan depende de él". "Hay que ver en qué circunstancias se encuentran y por qué han pasado estos hechos", explican, al tiempo que añaden que se trabajará con ellos "para reeducarlos".
Una vecina de Tavernes, que fue testigo del suceso del lunes, asegura que «a mi me mordieron hace un año y todavía tengo miedo de pasar por allí». De hecho, desde entonces utiliza otro recorrido para circular con su patinete. A ella le atacó el pastor alemán, que iba con dos perros pequeños más. La joven cuenta que otro hombre mayor que paseaba con su perrita por esta ruta sufrió el envite de los canes y el animal tuvo que ser intervenido de urgencia por los daños que le causaron.
Testimonios como estos han salido a la luz a raíz de los últimos acontecimientos que los vecinos de Tavernes «no entienden». «Los perros seguían ahí, sabiendo todo lo que ha pasado, esto es como tierra de nadie», señalan.
Y es que tal y como cuentan algunos de los testigos de los hechos recientes, el lunes «no acudió la Policía Local de Tavernes porque dijeron que no estaba dentro de su término y tampoco la de Alboraya», mientras que los servicios de emergencias «tardaron más de una hora en llegar cuando el hombre estaba en el suelo perdiendo sangre y el PAC de Alboraya está a unos pocos metros», añaden.
Este camino es muy frecuentado por vecinos de las dos localidades, incluso por usuarios del polideportivo de Alboraya que está a pocos metros, y el lugar donde sucedieron los últimos ataques está situado junto a dos colegios. La noticia de la retirada de los canes a su propietario ha sido un respiro para muchas personas que lo frecuentan que, partir de ayer, pueden recuperar su rutina sin tener que temer por su vida.
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