a. d.
Tavernes Blanques
Martes, 11 de enero 2022, 13:01
La CV-311 que une Tavernes Blanques con Alboraya será más segura tras la construcción de un paso de peatones y la instalación de iluminación que ha proyectado la Diputación y cuyas obras ya han comenzado. De esta manera, se da respuesta a una reivindicación vecinal de la que quedaba pendiente una mínima urbanización en el tramo de Valencia ciudad, en el que ninguno de los otros dos municipios tenía competencias para actuar.
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Muchos residentes utilizan ese vial para sus desplazamientos entre las localidades, sin que haya ninguna alternativa para el peatón exceptuando la mota del barranco del Carraixet. Además, tiene bastante tráfico y carece de iluminación por lo que aumenta el peligro.
Tras décadas de reclamaciones por parte de Tavernes Blanques y Alboraya, la Diputación de Valencia se reunió hace unos cuatro años con los municipios para exponer un plan embrionario sobre una mínima urbanización: acera en la parte de la gasolinera e iluminación.
"Nos hubiera gustado una urbanización más ambiciosa, con un carril bici que uniera ambas poblaciones, pero entendíamos que la expropiación de terreno demoraría una solución urgente", señalan desde Tavernes y añaden que "seguiremos reclamando y proponiendo mejoras de conexión entre ambos pueblos vecinos".
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