La familia del pequeño Miguel ya tiene nueva vivienda

«Me entrevisté con el director del EVHA y escucharon mis necesidades», comenta la madre, Desy. «Nos dieron a elegir entre dos opciones: una vivienda en la zona de la rotonda de los anzuelos, muy cerca del hospital y aún sin rehabilitar, pero preferimos la tranquilidad del pueblo que está a pocos minutos de esta misma zona», señala.

La propuesta llegó una semana después de que se publicara su caso en LAS PROVINCIAS, donde alzaban la voz para reclamar una vivienda ante un inminente desahucio que los iba a dejar en la calle y sin recursos, cuando Miguel depende de cuatro aparatos eléctricos para su día a día: la de máquina de oxígeno, el aspirador de secreciones, la bomba de alimentación y el monitor de constantes vitales.

 Pocos días después, firmaban el contrato de alquiler con una cuota de 120 euros al año, revisable cada dos y por un plazo de siete, que puede asumir la familia, ya que la madre dedica todo su tiempo al cuidado del pequeño.

El piso acabado de reformar por el EVHA, un cuarto con ascensor totalmente accesible, cumple las expectativas de la familia, con tres habitaciones y «mucha luz» como puntualiza Desy, nada que ver con la vivienda en la que todavía habitan en Mislata, con humedades que no son buenas para Miguel y problemas con la instalación eléctrica. Además, cuenta con un colegio justo debajo de la casa para su otra hija de diez años.

A pesar de que ya tienen las llaves en su poder, la mudanza no se ha hecho efectiva todavía por problemas en el alta de la luz, aunque esperan poder hacerlo la primera semana de marzo mientras buscan los muebles imprescindibles para hacer el piso habitable.

Las llaves del piso también han traído a esta familia un hálito de esperanza. «Es como empezar una nueva vida», comenta Desy, con la tranquilidad que produce el saber que no van a quedarse sin techo, al menos, por mucho tiempo para seguir dándole al pequeño los cuidados que necesita y que centra todos sus esfuerzos.

Gracias a esa dedicación han conseguido notables avances en el pequeño, al que un accidente le provocó una parálisis cerebral, y aunque los médicos no les dieron muchas esperanzas el pequeño «ha vuelto a sonreír cuando oye nuestras voces», como remarca su madre.

No obstante, aunque el derecho a la vivienda está cubierto, Desy está a la espera de que le concedan la Renta Básica para poder hacer frente a sus necesidades imprescindibles. De momento, se ha abierto una ventana y la familia respira más tranquila en estos momentos en los que también, la salud del pequeño ha mejorado un poco.

Los padres agradecen el respaldo de la Hermandad Gitana, un movimiento nacional que dirige Antonio Martín, por el apoyo prestado, sobre todo, en la paralización del desahucio ante el juzgado, y de la secretaria autonómica de Podemos, Rosana García Miralles, así como del director del EVHA y los Servicios Sociales municipales.

Por parte del Ayuntamiento de Mislata, tramitaron las ayudas a las que puede acceder la familia, incluido el acceso a la vivienda que le han concedido, y el carné de identidad del niño.