Las filtraciones se extienden a Massamagrell y La Pobla y los expertos las achacan al alto nivel freático

El agua es sinónimo de vida pero en grandes cantidades se ha convertido en un problema que afecta especialmente a los municipios de l'Horta Nord. Además de Meliana y Massalfassar, y Bétera que pertenece a otra comarca, este periódico ha tenido noticias de que hay más fincas afectadas por filtraciones en sótanos y garajes en La Pobla de Farnals y Massamagrell.

En el primer municipio hay cerca de 400 familias afectadas y en una de las fincas, que están ubicadas en diferentes puntos del casco urbano, han tenido que instalar cuatro bombas desde hace un mes para sacar el agua, que están las 24 horas en funcionamiento.

Pero lo que más preocupa a los propietarios, no es el incremento del coste de la luz que también supone un gasto añadido para la comunidad, sino que las filtraciones acaben por causar daños estructurales en los edificios, mucho más difíciles de subsanar y que ponen en peligro su seguridad.

Los residentes, como en el resto de localidades afectadas, apuntan a las lluvias del mes de mayo como detonante, desde entonces la entrada de agua es constante. A pesar de que hace dos años, también tras un episodio de lluvia registraron las primeras filtraciones que cesaron poco después.

En Massamagrell, otra finca con nueve viviendas están en la misma situación con un nivel de agua entre 10 y 15 centímetros en el garaje que aumenta sobre todo los viernes, cuando es el día de riego de la Real Acequía de Moncada.

Desde la empresa Sigma de Almàssera, especializada en estudios geotécnicos y servicios a la ingeniería que ha realizado un informe para el Ayuntamiento de Meliana sobre la situación, su responsable, Jorge Navarro explica que el nivel freático está muy alto en esta comarca debido principalmente a las lluvias torrenciales.

Por ejemplo, en esta localidad, en la confluencia de las avenidas Constitución y Senyera daba agua a 4,40 metros de profundidad y, unos metros más abajo, en la confluencia de Constitución con Rei en Jaume, estaba ya a 2,90 metros, incluso en el Camí del Barranquet se sitúa ya a nivel del suelo.

Estos datos se han extraído de los piezometros que se han instalado en diversos puntos con el fin de medir las oscilaciones del nivel freático. Tras el temporal del mes de mayo las fuentes y manantiales volvieron a brotar con fuerza en lugares que desde hace años no había agua.

“Es común que suba el nivel freático, que es la capa de agua que fluctúa en el subsuelo, tras un episodio así porque se han recargado los acuíferos”, apunta Navarro, quien también señala que es más alto cuando está más cerca de la costa, aunque hay excepciones en los casos en los que existe agua subterránea, como puede ser en Bétera, que está mucho más alejado del litoral que los municipios de l'Horta Nord afectados.

Navarro advierte de que “irá bajando paulatinamente conforme el tiempo sea más seco y se vayan utilizando el agua de los pozos para el regadío, ya que hasta ahora no ha hecho falta”. De momento, la empresa sigue trabajando para el Ayuntamiento de Meliana con el fin de tener más datos acerca del problema y la explicación de porqué hay fincas con filtraciones y otras que están junto a ellas no lo tienen.

Ahora, la solución pasa porque las filtraciones se detengan para que los propietarios puedan acometer las reparaciones necesarias para que no vuelva a ocurrir, como puede ser la impermeabilización de los sótanos, y que no pueden realizarse mientras siga brotando el agua.

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