La red de okupación de «El Kaki» se extiende por la urbanización Pinosol de Museros

Los vecinos de la urbanización Pinosol de Museros sufren ya las consecuencias de la okupación de uno de los chalets de los cuarenta que conforman «esta zona tranquila, donde hay gente que está viviendo durante 40 años, con la costumbre de dejar tu casa abierta, e irte a casa del vecino a tomarte un café, volvías y estaba todo en su sitio», comenta uno de los vecinos, que denuncia que «ahora tenemos sensación de inseguridad, por la noche hay mucho trasiego, tráfico y carreras de coches».

Una situación en la que los vecinos están vigilantes y preocupados. Según explican temen que esta zona calque las molestias del barrio de la Magdalena de Massamagrell , donde en el mes de abril empezaron a sufrir los problemas de inseguridad por la okupación de ocho viviendas «como parte de la red de alquiler irregular del kaki», denuncian los vecinos, «es una empresa de okupas».

El chalet okupado en Pinosol, «primero sufrió un robo, donde pensamos que aprovecharon para ver la casa, y después ha sido cuando la han okupado», relatan los afectados en lo que se intuye un procedimiento que también se dio en el barrio de la Magdalena, en el que primero se produjeron pequeños robos para terminar con esas casas alquiladas de manera irregular.

«Y después viene y se pone a vivir alguien e intentamos negociar, porque el juzgado, de momento, no considera que esto fuera un allanamiento de morada, es simplemente una usurpación de una propiedad de carácter leve. Con lo cual, al final, eso tiene como pena una multa. Una multa para señores que son insolventes, pues lógicamente no va a ningún sitio», explica uno de los portavoces de los afectados, porque el chalet okupado «no es la vivienda habitual de sus dueños, tenía poco consumo, y se consideraba abandonada».

«Cuando los vecinos ya tragan es cuando aparece el falso agente inmobiliario y entonces lo alquila, y cuando denuncias la okupación dicen que son familias vulnerables, y al final la vivienda termina alquilada de forma irregular hasta que la justicia puede actuar», denuncian los afectados. La persona que ejerce como falso agente inmobiliario, identificando las viviendas con facilidad de okupación y ofreciendo de forma fraudulenta las viviendas a los okupantes hasta que la justicia puede actuar, ha sido identificado por los vecinos como «el kaki», un vecino de la localidad con antecedentes policiales que «dice que van a ocupar más chalets. La primera vez que entró y bajó a hablar con los vecinos desde dentro de la vivienda, ya nos lo dijo. Dijo, yo aquí estoy porque necesito estar aquí y el problema es que él pone ahí a una persona para que viva y luego la alquila».

En el barrio de la Magdalena, las viviendas eran de la Sareb, y tras comunicar la situación al Ayuntamiento, «parece ser que ellos han hecho un estudio y han visto que esta gente vulnerabilidad no tiene ninguna, por lo que no tardarán en judicializar el tema«, señalaban los vecinos en abril, aunque el Ayuntamiento de Massamagrell, »tampoco puedan hacer mucha cosa». Ante esta situación, la tranquila urbanización de Museros está más unida que nunca contra los okupas.

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