Los vecinos de Alboraya quieren recuperar las antiguas bodegas Vinival para acabar con el vandalismo

Las conclusiones del proceso de participación sobre el proyecto de urbanización del sector de las antiguas bodegas de Vinival han dejado claro que los vecinos del Alboraya quieren la rehabilitación y protección de este singular edificio industrial para evitar el vandalismo y la imagen de abandono que actualmente transmite esta zona lindante con La Patacona. Esto se ha planteado como el gran hito del sector dado el estado de deterioro en el que se encuentra el inmueble y el objetivo radica en reconvertirlo en un gran espacio dedicado a la cultura.

Tras esta fase del proyecto, que pretende desarrollar el sector con la construcción de cerca de 1.000 viviendas, el agente urbanizador ha planteado una serie de modificaciones a incluir atendiendo a las demandas vecinales.

Entre ellas, aunque se demostró la conveniencia del modelo constructivo de bloques y torres de basamiento, se reubicarán los previstos en la avenida Blasco Ibáñez para mejorar las vistas de las bodegas y se reducirá la altura de las torres, de manera escalonada, para evitar la excesiva percepción. En este sentido, será objeto de reflexión al altura de entre 11 y 18 plantas que se ha planteado en un principio.

Siguiendo con las viviendas, cerca de 300, es decir un 30% de las que se ha previsto construir, serán de protección oficial, para facilitar el acceso de los vecinos. De hecho, las conclusiones también advierten de la necesidad de primeras viviendas y no solo vacacionales, por lo que se estudiará la ampliación de las terrazas.

Según las explicaciones que dio el agente urbanizador la ocupación de suelo tendrá una huella reducida porque las viviendas se concentran en bloques y torres, liberando espacio público. "El verde estará a la puerta de casa", comentaron.

Respecto al aparcamiento, aunque se incrementa en 600 plazas en viales, se contempla también una bolsa adicional en subsuelo del parque lineal junto a los huertos urbanos. Respecto a estos últimos se tratará de ajustar una ordenanza municipal para su futuro uso.

Otra de las modificaciones que se acometerá a tenor de los resultados de este proceso de participación será destinar una parcela de mayores dimensiones para la futura ubicación de un gran superficie comercial que de servicio a la zona. La mayoría de los bajos de las edificaciones están destinados al comercio, aunque se planteó revisar la normativa municipal para evitar la concentración de locales de ocio nocturno.

Por otra parte, los vecinos valoran positivamente la creación de un duna acústica para aislar el sector entre la zona de huertos y las infraestructuras. En cuanto a las dotaciones se puso en valor la construcción de un colegio y un centro de alud y se advirtió que el Ayuntamiento dispone de un porcentaje de terrenos para dotar de otros servicios para actividades y las zonas verdes se cederán con todos los servicios.

Las conclusiones han apuntado como una de las principales preocupaciones la movilidad. En este sentido, se plantea la necesidad de conectar todos los carriles bicis existentes para unir el casco urbano con el resto de sectores, que va ligado la Plan de Movilidad Urbana Sostenible que desarrolla el Ayuntamiento.

El tiempo de desarrollo del proyecto irá en función de los diferentes trámites que tendrán que tener el visto bueno de las administraciones. De este modo, se presentará una nueva versión con la inclusión de las modificaciones que se han recogido, acompañada de los informes pertinentes. Este documento se trasladará a la conselleria para obtener la declaración ambiental y después tendrá que aprobarse para iniciar la fase de gestión.

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