De carril bici absurdo a chapuza

El color gris con el que se ha cubierto el trazado inicial para trasladarlo unos metros más alejado de los portales de las fincas pegado al jardín no ha podido aplacar las críticas vecinales. «Antes las bicis y los patinetes circulaban por la calzada y ahora lo hacen por la acera, junto a los peatones», explica otra vecina, remarcando que «han creado un problema de seguridad para todos donde no lo había».

Además, hacen referencia a los problemas de aparcamiento de la zona que se han agravado con esta infraestructura, aunque en algunos tramos se ha tratado de compatibilizar con la ocupación de una parte de la calzada. Aún así, algunos elementos como los contenedores quedan en medio del recorrido ciclista.

«No han contado con nuestra opinión», reclaman los afectados. Y es que los residentes además de compartir espacio con los vehículos de movilidad personal han perdido un espacio de convivencia, los bancos que se han eliminado por el carril y donde se solían reunir para charlar tranquilamente a media tarde, sobre todo en verano.

Con el trazado del carril bici para mejorar la movilidad se han quedado sin tertulias, pero sobre todo con «miedo» por los atropellos, principalmente por los patinetes que circulan a gran velocidad, y que les obliga a «mirar a todas partes cuando salimos de casa», como señalan los afectados, la mayoría personas mayores que utilizan carritos para desplazarse. «Casi no los oyes cuando pasan por tu lado y si te pilla uno de esos te hace polvo», exclaman.

A pesar de todo advierten de que «no estamos en contra del carril bici», sino del «trazado, que ocupa las aceras». Pero no todo son críticas, sino que los vecinos también han presentado alternativas en un escrito dirigido al Ayuntamiento y acompañado de 181 firmas reivindicativas. «Queremos que nos dejen el espacio que teníamos y que los patinetes y bicicletas circulen por la calzada», afirman y anuncian movilizaciones.

Este no es el único tramo que ha sufrido modificaciones en el proyecto inicial, tras una reunión del equipo de gobierno con la dirección de obra de la empresa adjudicataria. También se ha rectificado el recorrido que ocupaba gran parte de un paso de peatones en la avenida de la Independencia, criticado por el vecindario, y se ha movido junto al bordillo que discurría por delante de una academia en el inicio de la calle Valencia, así como el de la carretera de Picanya.

El equipo de gobierno ha tratado de subsanar los puntos más conflictivos y ya advirtieron en su momento de que se trataba de una obra «que no estaba acabada» y que «como todas, se tendría que rectificar una vez comprobados los problemas».