

Los turistas salen corriendo tras una erupción del Etna que levanta una columna de humo de 5.000 metros
Pese a este espectacular rugido del volcán siciliano, la situación está «bajo control», según las autoridades italianas
El volcán Etna, que domina la isla de Sicilia, es el más activo de la placa europea. Allí están acostumbrados a sus rugidos. Pero el ... de este lunes, fiesta de la República en Italia, ha sido especialmente violento y ha pillado a un buen número de turistas en la zona sacando fotos a sus cinco cráteres. Han tenido que salir corriendo mientras una enorme fumarola se elevaba hacia el cielo hasta superar los 5.000 metros de altura. En varios vídeos se puede ver cómo algunos visitantes huyen mientras otros apuran para captar el momento con sus cámaras o teléfonos móviles.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) ha informado del derrumbe de parte del cráter sureste, que ha derivado además en la emisión de flujo piroclástico y lava. Según los primeros informes, no hay ninguna amenaza para poblaciones locales, tan habituadas al mal genio del volcán.
Los flujos piroclásticos pueden ser muy peligrosos. Estas corrientes, que mezclan gases, cenizas y fragmentos de roca, alcanzan velocidades superiores a los 100 kilómetros por hora y pueden registrar temperaturas de hasta 1.000 grados.
El alcalde de Catania, Enrico Tarantino, ha subrayado en declaraciones a la agencia AdnKronos que «todo está normal» y «bajo control». El Etna, de hecho, entra en erupción varias veces al año, por lo que las autoridades no consideran que este último fenómeno suponga riesgos adicionales.
Una pequeña colada de lava
Las explosiones, de gran intensidad, se han repetido y se han dejado sentir en las localidades más cercanas. El INGV informa de que se ha producido un desbordamiento de lava hacia el sur del cráter. Una pequeña colada ha iniciado el descenso hacia el Valle del Bove.
Tras consultar a los expertos, las autoridades han elevado al nivel rojo la alerta en el aeropuerto de Catania, pese a que el viento mantiene la nube volcánica alejada de las instalaciones aeronáuticas, donde todo funciona con normalidad.
La erupción anterior del Etna, de 3.403 metros de altitud y con cinco cráteres en su cima, fue en febrero. Y atrajo a muchos visitantes. Ante la afluencia de turistas, hubo que poner vigilancia en los accesos para evitar accidentes entre los que decidían arriesgarse en busca de una fotografía.
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