El pánico al fentanilo une a EEUU, China y México

Estados Unidos ha buscado durante mucho tiempo la cooperación de China para detener un flujo ilícito de precursores químicos utilizados para fabricar fentanilo, que es hasta 50 veces más fuerte que la heroína y se mezcla cada vez más con otras drogas, a menudo con resultados letales. De hecho, es la causante de más de 100.000 muertes por sobredosis en un año, por lo que se ha convertido en el principal problema de salud pública en Estados Unidos.

Ese es el motivo por el que Gobierno Biden trata de buscar soluciones rápidamente. En su cumbre del miércoles en San Francisco, el presidente chino Xi Jinping y el presidente estadounidense Joe Biden acordaron que China frenaría la exportación de artículos relacionados con la producción de fentanilo.

Según el acuerdo, China perseguirá directamente a empresas químicas específicas que fabrican precursores de fentanilo, según desveló un alto funcionario estadounidense.

Ahora, la agencia de control de narcóticos de China ha advertido contra la fabricación y venta de sustancias que pueden usarse para fabricar drogas ilegales, un día después de que el presidente Xi Jinping dijera que China va a frenar la exportación de artículos utilizados para fabricar el opioide fentanilo.

En una circular emitida el pasado jueves, la oficina de la Comisión Nacional de Control de Narcóticos de China advirtió contra el riesgo de caer en la «jurisdicción de largo alcance» de agencias policiales extranjeras.

En su circular, la agencia antinarcóticos advirtió que cualquier persona o empresa, incluidas empresas postales y de logística, que tenga conocimiento de la venta, transporte o exportación de drogas ilegales o precursores químicos puede enfrentar cargos penales o multas.

Los funcionarios estadounidenses dicen que las pequeñas empresas químicas en China fabrican precursores químicos que se envían a México para producir fentanilo ilícito. China dice que la adicción y la demanda de la droga son problemas internos de Estados Unidos.

Aquí es donde entra México, cuyo presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha invitado a su homólogo chino, Xi Jinping, a visitar el país, invitación realizada durante la reunión que celebraron este jueves en San Francisco (EE.UU.).

Gran parte de la reunión se centró en el tráfico de fentanilo, un fenómeno que ha tensado las relaciones de México tanto con China como con Estados Unidos. Según EE.UU., los carteles mexicanos usan los precursores químicos procedentes de China para fabricar este opioide sintético, cincuenta veces más potente que la heroína, y posteriormente lo venden ilegalmente en Estados Unidos, donde cerca de 100.000 personas murieron el año pasado por el consumo de esta sustancia.

López Obrador, que ha negado que en su país se fabrique fentanilo, envió en abril pasado una carta a Xi pidiendo que cooperara en la lucha contra esta droga, pero China se desentendió entonces.

En un posterior comunicado, la Presidencia de México detalló que López Obrador remarcó «la necesidad de intercambiar información y lecciones aprendidas en la lucha contra el tráfico ilícito de precursores químicos» de fentanilo. Además, «enfatizó la importancia de alcanzar un acuerdo para intercambiar información sobre embarques que salen de Asia», detalla la nota.

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