«Pedro, ¿a ti te costó mucho dinero el Levante?». La conversación se produjo en el palco vip del Ciutat de Valencia en uno de los últimos partidos del equipo azulgrana disputados en casa. José Danvila se lo preguntaba con voz algo trémula –según algunos ... testigos– a Pedro Villarroel, quien fuera durante muchísimos años propietario y presidente de la entidad y que desde la salida de Quico Catalán se ha vuelto a dejar ver por el estadio azulgrana. José Danvila lleva semanas preguntando a unos y a otros qué es lo que más le conviene al Levante para no meterse en una trampa mayor que la actual, ya sea de cuestiones sobre todo económicas como aspectos deportivos mucho más populares. De momento y tras demasiados días de silencio, ya ha dado varios pasos cruciales. Ayer le tocó afrontar su primer rueda de prensa ya oficial desde que asumiera el control de la entidad tras el cese de Catalán. Danvila, acompañado por la consejera Maribel Vilaplana, admitió –en un discurso acelerado al principio y algo más calmado después– que el agujero que hereda del Levante es de 107 millones de euros, cifra esperada por muchos y que deja al mundo granota algo escandalizado.
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A Danvila lo metió Catalán de directivo y hasta en dos ocasiones se le llegó a preguntar si realmente lo que se ha encontrado examinando la salud financiera respondía a lo esperado. Por eso la segunda reflexión que llevaba escrita fue la de «pedir perdón a socios y accionistas al formar parte del anterior consejo». Luego ahondaría en esa postura con cierta intención de no levantar ninguna polémica ni tensión:«Lo hago por responsabilidad, por formar parte del consejo que ha generado pérdidas. Eso forma parte de la educación ya que a partir de ahí se puede construir».
¿Yqué quiere construir? Pues un Levante acorde a unas posibilidades reales, que desde luego no es nada fácil. La composición de la plantilla es el reflejo más fiel a la nueva realidad. De momento, el 18 de octubre pasado metió 10 millones de euros en caja granota con una póliza renovable anualmente (al 7,5% de interés) que sirvió para pagar nóminas, proveedores e impuestos, y de los cuales ya se han gastado algo más de la mitad. Después, va a comprar (falta que este martes lo apruebe oficialmente el patronato) el 30% de las acciones de la Fundación por 5 millones de euros, con opción de recompra, dinero que dicho sea de paso va a tener de manera obligada que reinvertir la Fundación en el club (sin que se tenga claro todavía la fórmula a emplear).
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Todo eso para superar la angustia de los pagos que pusieron en guardia a LaLiga este verano («gracias a Javier Gómez que nos brindó todo su apoyo») y que a corto plazo suben hasta los 27 millones de euros, sin descartar por ello en ningún momento que a la vuelta de la esquina se deba plantear una ampliación de capital si se tuercen los ingresos previstos (entre ellas la venta de jugadores).
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Danvila huye de personalismos más allá de los necesarios y trata de evitar cualquier duda que apunte a un posible negocio de futuro en la compraventa del club. «Me presento porque soy parte de la solución, pero tenemos que adaptar el Levante a una estructura de Segunda», apunta, reconociendo que buena parte de los últimos tres meses se los ha pasado renegociando la deuda con unos y otros.
«Soy una persona positiva por castigo, pero tengo que ser prudente. Esto –lo de ejecutar la ampliación de capital– lo podría decir en el mes de abril, antes no. Depende de unos hitos para que no haya ampliación. El primer año va a ser más difícil. No voy a ser jamás el máximo accionista. Vamos a intentar que se mantenga dentro de lo posible en la Fundación. Si hay una ampliación de capital no voy a pasar del 30%, necesito compañeros de viaje, si son levantinistas mejor y si no buscar gente. Si viene un señor que viene con 50 millones, cojo y me voy», dice rotundo y sin mencionar en ningún momento a un Vicente Boluda que decidió bajarse del barco tras un primer momento en que sí mostró su idea de colaborar.
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Esa inyección económica ha permitido que pueda renegociarse la deuda con Rothschild (30 millones, que se amplía en dinero y años);también con Gedesco (hay un vencimiento de 3 millones, extenderlo en tiempo y forma) y con el resto de acreedores (intermediarios, jugadores, clubes, etc). Toca apretarse el cinturón. Se nombró por promoción interna a Pedro Sáiz como nuevo director general y a cambio se ha reducido el gasto en los órganos más altos (700.000 euros). Ya no hay vuelos chárter más allá de los imprescindibles y el autocar es el vehículo habitual para los desplazamientos del primer equipo. El resto del levantinismo no se libra de los ajustes.
El plan de estabilidad financiera se traza a cinco años... en Segunda. Es decir, se asume un perfil de plantilla que se aleja de la condición de favorito para el ascenso. «El modelo de gestión ha cambiado y las puertas del club se han abierto para acercarnos a todos, y en especial a los medios de comunicación a nuestra afición», admite, dejando en el aire la crítica que apuntaba a que el Levante se había alejado en los últimos propios de su propia idiosincrasia, la que le convirtió en un club atractivo pese a sus limitaciones.
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«Tenemos proyectos y tenemos futuro. Es cierto que en esta travesía necesitamos el apoyo de todo el mundo empresarial. El Levante es una gran plataforma de sponsorización, vamos a lanzar una serie de propuestas de marketing para que las empresas valencianas se sumen al proyecto», aprovecha el consejero delegado para airear esa nueva línea de trabajo que buscará recursos de debajo de las piedras.
Danvila ha regresado poco menos que alucinado de su reciente escapada a Inglaterra, donde bebió de las fórmulas que clubes como Fulham, Arsenal y Chelsea emplean en la Premier para la obtención de ingresos extraordinarios. «Si no te pones las pilas... la gente va a un ritmo que nosotros no estamos. Debemos ponernos las pilas de manera muy urgente», afirmaba.
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Lo decía tanto pensando en el propio funcionamiento del club –con un sinfín de empleados– como también en el rol que a partir de ahora va a tener la propia Fundación, que queda en una posición en entredicho por la labor que realizó en la anterior etapa. Los patronos eran criticados por ser demasiado afines a Catalán. «La Fundación va a tener una parte activa dentro de la gestión del consejo. El mayor interesado en que las cosas vayan bien y que las cuentas estén en verde es a mí. No vamos a cometer el error de no hacerle partícipe más a la Fundación».
La ciudad deportiva de Nazaret se frena. Al menos, tal y como estaba pensada. De hecho, el club está en negociaciones con una operadora para ver cómo se le puede dar un nuevo planteamiento para darle rentabilidad. «Se está trabajando y en breve podremos anunciar con un operador importante el plan de viabilidad. Hay que darle otro enfoque, sólo para formación de jugadores no veo que sea accesible para nosotros. Hay que darle la fórmula para que genere ingresos. La ciudad deportiva sólo genera gastos y buscamos que genere recursos. ¿Plazos? Tiene ya la licencia, mañana mismo podríamos entrar a hacer las obras pero a día de hoy está muy embrionario. Si hubiera acuerdo, a lo mejor con seis meses. Los fondos de CVC están».
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Donde también se le va a dar una vuelta es al estadio, aunque este caso de manera mucho más acelerada. Son varios conceptos los que hay ya encima de la mesa. Desde cerrar un acuerdo comercial con una firma para darle nombre al estadio, hasta aprovechar mejor la cercanía con el centro comercial Arena y los bajos de ese lado del estadio que a día de hoy están desaprovechados; sin olvidar el aumento de la zona vip(pasando de 250 a mil plazas). «La parte del hospitality será en verano de 2025».
Habló, aunque de manera informal, con María José Catalá sobre la deuda que tiene el Levante con el Ayuntamiento y la alcaldesa le dijo que daría facilidades. Se empezará a pagar precisamente este mes.
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O fue Danvila extremadamente sincero o tuvo un lapsus. Cuando se le pregunta sobre la confianza y la valía del entrenador del primer equipo al máximo responsable de la entidad y la respuesta va sobre la calidad humana del mismo y no sobre sus aptitudes como profesional, queda una sombra de duda. «Me gusta más este equipo que el del año pasado. La inmadurez que tiene te debilita en determinados momentos, pero el equipo me ilusiona mucho. Tenemos muchos efectivos en la delantera y arriba tenemos diversidad y mucho talento», decía José Danvila en un primer momento sobre la plantilla (décimo clasificado).
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Pero con Javi Calleja en entredicho en las últimas semanas y con candidatos que se han dejado ver ante la posibilidad de una destitución, Danvila le hizo un flaco favor. «Javier Calleja es nuestro entrenador, muy buena persona y una persona entrañable, le ha penalizado el VAR»
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Precisamente, de los errores arbitrales que han afectado al equipo, Danvila reconoció que habló con el excolegiado Mateu Lahoz en el palco del Ciutat sobre qué estrategia le podía venir mejor al Levante «y me dijo que con el estamento arbitral lo mejor es la paciencia. En este tramo el VAR nos está quitando, pero al final cada uno está donde se merece. Medina Cantalejo y nos abrirá las puertas del VAR en enero».
La recuperación total de Campaña y su posible incorporación queda en manos de Felipe y de Calleja y de Morales y su vuelta la descartó pero elogió al jugador por el hecho de que no haya reclamado aún la deuda que el club tiene con él (en torno al millón).
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