De Frutos cosecha un triunfo labrado a base de oficio

El Levante UD visita tierras vascas para enfrentarse a la SD Eibar. Un partido más para los granotas en una temporada que parece que no tiene objetivo definido más que el dejarse llevar. Tras cosechar un gran éxito con las semifinales de Copa del Rey, y tener una ventaja considerable con la parte baja de la tabla para evitar preocupaciones, el conjunto de Paco López se encuentra en una zona de nadie sin un objetivo claro. El sueño de clasificar para Europa parece una utopía. Por parte del Eibar, se encuentra en una situación delicada, necesitado de puntos para salir del descenso. Una victoria hoy le mantendría con vida al conjunto armero que tendrá como ausencia destacable al reciente internacional absoluto Bryan Gil.

La solidez es el mejor abono para lograr una buena cosecha en Ipurua. Cosecha, palabra utilizada para no repetir 'frutos' cuando llegue el momento de nombrar a

Llegada esa gesta, sería más fácil retener a De Frutos: por el aumento de los ingresos, por la posibilidad de ofrecerle un buen proyecto deportivo... al final, el espejo debe ser el Granada. El Levante se queda, a falta de que jueguen hoy Villarreal y Real Sociedad, a ocho puntos del séptimo puesto que daría un billete continental en el caso de que el Barça ganase la Copa de esta temporada, la del próximo fin de semana ante el Athletic. De nuevo

Más vale, dirán algunos, no hacer las cuentas de la lechera. Cuando se han hecho en esta temporada, al Levante se le ha roto el cántaro. Como en el Villamarín o frente al Huesca. En partidos, en definitiva, donde el equipo ofreció su versión más endeble atrás. Justo lo contrario de lo exhibido en Ipurua, esa caja de cerillas donde si te descoses, te aniquilan.

El equipo granota salió con la lección aprendida. Por mucho que al propio Eibar se le haya atragantado este año un Ipurua desconocido para el equipo de Mendilibar por ese inquietante silencio que preside el fútbol de la era Covid-19. El estadio armero es pasión, una olla a presión, puro rock urbano donde el rival sufre. La grada da puntos en condiciones normales y los locales lo están echando tanto de menos que están hundidos en la Liga. Aprietan, pero sin ese empuje bullicioso su coqueto feudo no les da un valor añadido.

El Levante contuvo el ímpetu del Eibar, incluso después del gran contratiempo en forma de la enésima lesión en la medular.

Y eso fue precisamente lo que le aconteció al Eibar al borde del descanso. El Levante halló la rendija por banda izquierda, justo premio a la insistencia de

El tanto espesó al Eibar y liberó al Levante. El peligro residía, como tantas veces ha sucedido esta temporada, en caer en un 'kit kat' de exceso de confianza. Lo que sucedió, por ejemplo, ante Valladolid o Granada en ese fatídico tiempo extra. Pero no. Ni cometió el error el equipo ni lo permitió

Cuando los granotas empezaban a acantonarse en torno a

Sólo al final,