El VAR la toma con el Levante

Ante las bajas, Calleja planteó un cambio de estilo. Del habitual 4-4-2 viró al rombo del 4-1-2-1-2, metiendo a Pablo y a Kochorashvili —que se perderá el próximo partido por su convocatoria con Georgia— de interiores por delante de Rey, con Carlos Álvarez como escudero de los delanteros, Dani Gómez y Romero.

Pero más allá del estilo, los primeros minutos del Levante mostraron una cosa que muchos aficionados pedían: salir a morder. Con una actitud positiva, los granotas fueron dominantes en el tramo inicial, encerrando al Leganés en su propia casa y amasando casi el 90% de la posesión en el primer cuarto de hora. Precisamente a esa altura de encuentro, Álvarez colocó el cuerpo inteligentemente en el costado derecho de la frontal del área para recibir una falta que el árbitro concedió. Sin pensárselo, Pablo Martínez esbozó un lanzamiento al primer palo que sorprendió al portero Conde, que seguramente esperaba un centro al palo largo. El Levante marcaba su tercer gol consecutivo de tiro libre, sumado a los dos del partido del Mirandés, y Pablo se consolida como el heredero de Enis Bardhi en términos de faltas directas.

Dos partidos seguidos anotando en acciones a balón parado para el madrileño, que ya ha vuelto a esa mejor versión que mostró el año pasado y que la dura lesión había apagado. Poco que destacar del Leganés en el primer tiempo. El equipo de Calleja anuló al líder, que por momentos no encontraba sus señas de identidad que le han aupado a lo alto de la tabla. Un centro-chut de Miguel y una falta de Raba similar a la de gol, ambas ocasiones detenidas con seguridad y facilidad por Femenías, de nuevo titular por la lesión de Andrés Fernández.

Cuando el partido parecía que se marchaba al tiempo de descanso, llegó la jugada polémica. Otra vez a balón parado, el Levante encontraba portería en una jugada ensayada de falta. Balón colgado al palo largo, donde Vezo cede atrás al área pequeña. Ahí estaba Dani Gómez, para hacer lo que mejor hace, empujarla. Lo que parecía un claro 0-2 se quedó en nada. Porque para el VAR, había fuera de juego. En todas las repeticiones mostradas se apreciaba a Vezo primero y a Dani Gómez después en posición legal. Inexplicable, al menos, para los granotas. La versión oficial del colegiado es que el que sí estaba en fuera de juego era Postigo, que sin tocar el balón, a su apreciación, participaba en la jugada estorbando a la defensa pepinera. Sergio Lozano, sancionado y que estaba viendo el partido desde su casa, mandó un mensaje por redes sociales: «Esto es de locos». Lo era. Nadie entendía por qué se anulaba el tanto, pero el VAR volvía a birlarle algo al Levante.

Y ya van varias. El gol del Amorebieta en la primera jornada que se debió anular y subió al marcador, dos puntos menos. El gol anulado a Bouldini ante el Villarreal B, dos puntos menos. La expulsión de Brugué ante el Mirandés que condicionó el tramo final y acabó costando otros dos puntos. Y ahora otro gol birlado en Leganés. Por no hablar de la temporada pasada y el infame recuerdo del penalti de Róber Pier. Algo pasa con el arbitraje y el Levante siempre sale perjudicado.

Cómo saber si ese gol anulado afectó moralmente a un Levante que había cuajado una primera mitad casi perfecta y que nada más salir de vestuarios se encontró empequeñecido ante un Leganés mucho más punzante. No tardó en llegar la tragedia. Le sobró un empujón en el área a Capa, uno de los más veteranos del equipo, que cometió un error. Penalti. Dudoso, sí, pero si te ahorras es gesto, no te metes en líos. Miguel de la Fuente, con una 'panenkita', superó a Femenías. 1-1 en el marcador, y Butarque encendido.

Mal escenario y malas sensaciones. Ingredientes perfectos para una debacle. Pues dicho y hecho. Balón suelto a Miramón, en ese costado derecho tan suyo. Nadie le cubre. Pues centro al segundo palo, donde Raba aparece sin marca y de cabeza, puso el balón en la escuadra. Y de nuevo, polémica. En la repetición se apreció como el delantero pepinero agarraba de la camiseta a Capa para zafarse y generarse espacio. El VAR ni lo revisó. El árbitro ni se acercó a la pantalla a echarle un vistazo. Otra acción incomprensible del videoarbitraje que perjudica al Levante. Un 2x1 en el mismo partido. La rabia y la impotencia se plasmaba en los rostros de los jugadores azulgranas. Y cuando entras en malas dinámicas, todo se pega. Habrá que ver qué tiene Álex Muñoz, que entró en la segunda parte por Postigo —también tocado— y tuvo que acabar siendo sustituido por una lesión muscular. No gana para disgustos Calleja. De lesión en lesión, y tiro porque me toca. Y en los últimos minutos, Capa, otro tocado muscularmente. El Levante acabó defendiendo con uno menos, por tener los cambios agotados. El drama de los servicios médicos granotas es digno de estudio y el club deberá en algún momento dar explicaciones.