Otro final para la historia

El Levante UD recibe al Málaga CF en el partido correspondiente a la jornada 33 de la Liga, a las 21:30 horas en el Ciutat de València.

Vuelve Emmanuel Boateng al césped y a la titularidad. El delantero se enfrentará a los de José González enmascarado ya que sigue recuperándose de una fractura en el arco cigomático izquierdo. También regresa al once Coke tras cumplir una sanción.

Once de Paco López: Oier, Róber Pier, Lerma, Roger, Morales, Coke, Ivi, Cabaco, Pedro López, Boateng y Campaña.

Once del Málaga: Roberto, Rosales, Luis Hernández, Miquel, M. Torres, Lestienne, Lacon, Adrián, Chory Castro, Ideye y Rolan.

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El destino es muy caprichoso. El 2 de mayo de 2016, el Levante sufría mucho más que una derrota en La Rosaleda. El doloroso 3-1 representó el descenso del conjunto granota en un partido marcado por el polémico arbitraje de Vicandi Garrido, quien anuló un gol de Morales cuando el luminoso todavía mostraba el 1-1. Hoy, casi dos años después, el Málaga visita el Ciutat de València con un pie y medio en Segunda División. El conjunto granota necesita una victoria para dar un paso casi definitivo hacia la permanencia, por lo que el propio club se ha encargado de caldear el ambiente para esta noche. Los de Paco López, en caso de embolsarse los tres puntos, condenarían al conjunto andaluz, que bajaría matemáticamente. Orriols quiere agarrarse a Primera cuanto antes. Y fallar no entra en los planes.

El Deportivo, que ha encadenado dos victorias y un empate en las últimas tres jornadas, se ha convertido en el principal rival del Levante en la batalla por la salvación. Los granotas lucen una ventaja de cuatro puntos sobre el cuadro gallego, que delimita la zona de descenso. De ahí la trascendencia del encuentro de esta noche. Un triunfo permitiría que los de Paco López ampliasen la renta a siete puntos teniendo el golaveraje general a favor, ya que ambos equipos están empatados en el particular. En este escenario y con la calculadora en la mano, sólo una tragedia evitaría la permanencia.

Actualmente, el Levante posee diez puntos más que Las Palmas, que esta noche visita a un Betis que trata de amarrar su clasificación para Europa League. Los azulgrana saben que el camino más fácil pasa por imponerse hoy al Málaga. De lo contrario, surgirían presiones y nervios innecesarios. Orriols, como ya ocurrió durante el choque con el cuadro canario, alentará a los suyos.

En lo que queda de Liga, los otros dos equipos que deben pasar por el Ciutat de València son el Sevilla y el Barcelona. De esta forma, el Levante se ha mentalizado de que los tres puntos de hoy no se pueden escapar. Tanto es así que el club lanzó ayer por la tarde una campaña con tal de generar un clima propicio.

«Elige tu razón». Este es el lema empleado por el Levante en un vídeo en el que participan todos los futbolistas, incluidos los lesionados, ofreciendo motivos para luchar por el triunfo esta noche. El último en aparecer es Paco López, quien envía un mensaje esperanzador: «Va a pasar porque tú vas a hacer que pase. Toma la responsabilidad». Con el objetivo de facilitar la asistencia al estadio, los abonos infantiles podrán ser utilizados por adultos.

Para el duelo ante el Málaga, el técnico valenciano prevé convocar a todos sus hombres disponibles. Paco López estará pendiente hasta el último momento de Giampaolo Pazzini. El italiano, quien ayer volvió a entrarse al margen del grupo, padece un pequeño edema en el sóleo de la pierna izquierda y se encuentra entre algodones. No obstante, el de Silla recupera a otro delantero, Emmanuel Boateng. El ghanés ya se ha adaptado a la máscara protectora que luce por una fractura en el arco cigomático izquierdo.

Coke retorna al equipo tras cumplir un partido de suspensión. También estará en condiciones de forma parte del once inicial Antonio Luna, restablecido de una rotura fibrilar. Permanecen de baja el sancionado Rochina y los lesionados Iván, Raúl, Toño y Doukouré.

El Málaga, desahuciado, sólo ha ganado una vez a domicilio en lo que va de Liga. Ocurrió el 10 de diciembre. El conjunto andaluz no podrá emplear a Samu García, cedido por el Levante. Los granotas incluyeron una cláusula que le impide jugar.

Orriols se ha abonado a las emociones fuertes. Anoche, el Ciutat de València vivió otro desenlace épico. El éxtasis se apoderó de los futbolistas y la afición cuando, en el tiempo de añadido, Boateng empujó a la red un balón que concede al Levante la permanencia virtual. Las lágrimas afloraron en los ojos del presidente, Quico Catalán. Una victoria por la mínima que desató el delirio y que se celebró como tocaba. Sólo una debacle impedirá la salvación. El 1-0, al margen de provocar el descenso matemático del Málaga, permite a los granotas cerrar la jornada con una ventaja de siete puntos más el golaveraje sobre el Deportivo, que visitará hoy al Leganés. La distancia con Las Palmas se amplía a 13, ya que el conjunto canario cayó ayer frente al Betis. Los azulgrana no se mueven de la élite.

Paco López buscó liderazgo en su once. Así, el técnico valenciano decidió mantener a Pedro López en el lateral derecho y colocar en el flanco izquierdo a Coke, quien reaparecía tras cumplir un partido de sanción. El madrileño jugó a pierna cambiada, mientras que el zurdo Luna, ya recuperado de una rotura fibrilar, permaneció en el banquillo. Junto a Sadiku. Boateng, con máscara protectora tras sufrir una fractura en el pómulo, reapareció como socio de Roger .

El Levante saltó al césped con iniciativa. Y sólo habían transcurrido dos minutos cuando llegó el primer aviso de los granotas tras una excelente pared entre Lerma e Ivi, pero el disparo del madrileño se marchó desviado. El atrevimiento del que siempre habla Paco López se vio reflejado en los primeros instantes, con un equipo que intentaba asfixiar al desahuciado Málaga con una presión alta. Roger y Boateng, dos delanteros que nunca escatiman esfuerzos, se remangaban para ayudar en la destrucción.

Sin embargo, el Levante empezó a languidecer frente al Málaga, que ganaba terreno. Ideye entraba en escena. El delantero nigeriano encontró la espalda de Cabaco y cabeceó sin potencia, facilitando el trabajo de Oier. Un susto. El cuadro andaluz despertaba. Y una pérdida de Lerma en el centro del campo puso un nudo en la garganta de los aficionados, aunque el contragolpe blanquiazul no pasó a mayores.

Instantes después, era Chory Castro quien ponía a prueba a Oier. El guardameta vasco reaccionó con agilidad al remate del atacante uruguayo. El Levante estaba sufriendo. No era el partido esperado y la grada empezaba a inquietarse. Los granotas, atascados, tenían serios problemas para generar peligro. Mientras tanto, Ideye seguía representando un dolor de cabeza para la defensa azulgrana. Especialmente para un Cabaco que intentaba convertirse en un sombra, aunque en ocasiones no lo conseguía. Cerca de la media hora, el nigeriano fabricó un dribbling para sentar al central y pisar el área. Sólo se quedó en una amenaza.

Los de Paco López no se sentían cómodos. En absoluto. Y Miquel estuvo a punto de aprovechar las circunstancias con un cabezazo picado que se fue muy cerca del palo. Era el minuto 40. Entonces el Levante comenzó a hallar esos espacios que tanto le favorecen. Los granotas trataban de hacer daño con ofensivas rápidas y profundizando por las bandas, pero no llegaba ningún balón en condiciones a los delanteros.

Y así se llegó al descanso, con un regusto amargo. El mismo que notaba Cabaco al tener que abandonar el terreno de juego. El zaguero uruguayo, quien se ha asentado en el once titular a base de contundencia y carisma, terminó el primer acto con molestias y, en la reanudación, tuvo que ser sustituido. En su lugar entró un Postigo que ya acaricia su renovación automática. Necesita disputar el 60 por ciento de los minutos totales de la temporada para ampliar directamente el vínculo otro año. Con su participación de anoche, sólo necesita intervenir un cuarto de hora más aproximadamente. Hay tiempo.

El paso por vestuarios sentó de maravilla al Levante. Los de Paco López supieron dar al encuentro el ritmo que necesitaban para desbloquear la situación. El equipo se centraba en mantener el orden defensivo y busca combinaciones rápidas. Sin embargo, la primera gran ocasión llegó a balón parado. En el minuto 57, un envío magistral de Campaña pudo suponer el 1-0, aunque Coke sólo logró acariciar el cuero con la testa.

Las galopadas de Morales descomponía la defensa del Málaga y Roger buscaba su premio al trabajo. El delantero valenciano se plantó sólo ante Roberto, le supera con un autopase que acabó resultando demasiado largo. El ariete no llegó a conectar con el esférico para empujarlo a la red. Faltó poco.

En medio de la intensidad, Paco López quiso refrescar el equipo y metió a Jason en detrimento de Ivi. El Levante, velocidad en estado puro, desequilibraba por las bandas y rompía las líneas con pases en profundidad. Los azulgrana estaban en su salsa, listos para explotar la velocidad de sus hombres.

Ideye, el principal problema del Levante en la primera parte, estuvo a punto de transformarse en su gran aliado. En un córner de los granotas, el delantero nigeriano cabeceó para intentar despejar, aunque la pelota acabó estrellándose en el segundo palo del portería de Roberto. El gol se resistía. En busca de nuevas ideas, Lukic tomó el relevo de Campaña en la medular. Una decisión que iba a marcar el partido. Ya en el tiempo añadido, el serbio, en línea ascendente a lo largo del curso, recogió un balón en la banda izquierda, dio un paso hacia el área y observó la llegada de Boateng. El hombre de la máscara irrumpió para poner la magia a la noche. No podía fallar. Y no lo hizo. Remató a la red y el Ciutat explotó de euforia. Como ante Las Palmas. El corazón de Orriols está hecho a prueba de bombas.