El Levante enseña su raza frente al líder

Si Marcelino García Toral vio anoche el encuentro entre el Levante y el Atlético de Madrid, comprobó lo difícil que se pueden poner las cosas para los equipos que visitan el Ciutat de València. Se trata del escenario en el que, dentro de sólo dos semanas, los granotas y el Athletic se jugarán un billete para la final de la Copa del Rey. Orriols, más allá de la derrota ante Osasuna del pasado domingo, es un fortín. Y ayer volvió a demostrarlo en un partido de altura. Los de Simeone llegaban con el propósito de reforzar su autoritario liderato en Liga, pero sufrieron la irreverencia azulgrana. El cuadro dirigido por Paco López, que suele crecerse en las grandes ocasiones, se llevó un meritorio empate con el que alimenta su poderío como local. Precisamente, por casa va a pasar una oportunidad histórica el 4 de marzo.

Tras las numerosas rotaciones realizadas ante Osasuna, Paco López rescató ayer a jugadores determinantes como Morales, De Frutos, Bardhi y Roger. Una gestión con la que el técnico lanzó un mensaje de ambición.

Los de Simeone nunca escatiman esfuerzos. El cuadro rojiblanco saltó al césped con sus líneas adelantadas y colgaba numerosos balones al área de Aitor, pero el Levante resistía con orden e intensidad. Ritmo no iba a faltar. Los azulgrana buscaban aprovechar su velocidad por bandas. De Frutos comenzó muy pronto a dibujar la senda. Esa que iba explotar con sus eléctricas arrancadas.

En cualquier caso, el primer susto para los granotas llevó la firma de Luis Suárez. No podía ser otro. El delantero uruguayo, máximo goleador de la Liga, siempre juega con el cuchillo entre los dientes. Es su filosofía. Un cabezazo bombeado del ariete se marchó cerquísima del poste.

El Levante fue ganando terreno paulatinamente. Cada vez se sentía más cómodo, hilvanando jugadas con calidad y fluidez. Y bien temprano, al cuarto de hora de juego, logró algo reservado para unos pocos: adelantarse al Atlético en el marcador. En una trepidante combinación, Roger realizó un movimiento clave de espaldas y De Frutos metió la quinta marcha antes de sumar su séptima asistencia en Liga. Un especialista en regalar goles. Esta vez, a Bardhi. El macedonio tuvo la calma necesaria para batir a Oblak.

El Levante golpeaba primero. Aunque quedaba mucho combate... Cinco minutos después, Luis Suárez volvió a aparecer para poner en aprietos a Aitor. La volea del charrúa fue atajada de forma heterodoxa por el portero, quien se arrodilló y desvió el balón con los muslos. El Atlético tenía el control y apretaba a base de centros.

El Levante hacía daño con sus rápidas transiciones, volcando su juego en la banda derecha. De Frutos, Bardhi y Roger se estaban entendiendo a la perfección. Sus conexiones invitaban al optimismo. Radoja y Malsa cubrían sus espaldas, mientras que Morales no terminaba de encontrar su sitio.

Pasada la media hora, Saúl obligó a Aitor a emplearse a fondo con un lanzamiento que acabó en córner. Un saque de esquina que iba a resultar fatídico. Llorente recogió el balón en la frontal y no se lo pensó. El centrocampista madrileño tiene un golpeo excepcional, aunque esta vez le acompañó la fortuna. Róber Pier, al tratar de desviar el cuero con la cabeza, descolocó al arquero vasco. Un gol en propia puerta que sentó como un jarro de agua fría. Poco había durado la renta.

Ahí comenzó el asedio de los de Simeone. Y Aitor se multiplicó para evitar la remontada. Primero sacó una providencial mano para despejar un duro disparo de Luis Suárez e, inmediatamente después, se lució con una estirada que impidió el doblete de Llorente. Con ese sufrimiento llegaron los de Paco López al descanso.

El de Silla aprovechó el paso por vestuarios para sustituir a Radoja por Duarte. La lesión del serbio aumenta los problemas en el centro del campo. En el segundo acto, ante la falta de alternativas, Róber se desplazó al doble pivote y cumplió con creces. No podía relajarse Aitor, cuya actuación estaba siendo clave. Atajó un misil de Luis Suárez y el balón quedó muerto en el área pequeña, donde Correa, a bocajarro, disparó por encima del larguero. Simeone se llevaba las manos de la cabeza.

El Levante defendía con uñas y dientes. Con un Duarte contundente y atento. Los granotas no renunciaban a nada y, cada vez que recuperaban el cuero, lograban romper líneas con fluidez. Paco López metió a Dani Gómez por Morales. Así, Bardhi tuvo que reubicarse y caer a la banda izquierda, donde le iba a tocar lidiar con un portento físico como Llorente.

Los azulgrana, replegados, se encomendaban a los contragolpes, aunque no lograban culminar las ofensivas. El entrenador valenciano optó por introducir en el campo a Son y Vezo y disputar los últimos diez minutos con tres centrales. El susto llegó con un gol en fuera de juego de Saúl. No subió al marcador. Y, ya sobre la bocina, el Levante acarició la gesta. Clerc fabricó una volea dentro del área que parecía imparable. Pero cuando enfrente está Oblak, el precio del gol sube de lo lindo. El esloveno reaccionó para dejar a los granotas sin una nueva campanada. Pese al dominio rojiblanco, hubo alternativas. Los de Paco López sacaron su talento y su raza.