Un Levante que transmite

El Levante parecía abonarse a las remontadas en Orriols cuando, en el minuto 88, Dani Gómez ponía el 2-1 tras una jugada de tiralíneas dentro del área. Ante el Burgos, dos semanas atrás, el Ciutat de València ya había disfrutado viendo cómo los suyos daban la vuelta al marcador. Pero esta vez la faena se quedó a medias. Brugui, quien intervino en la jugada del gol, se encontraba en fuera de juego y el árbitro anuló el tanto tras la revisión en el VAR. La grada, que había estallado de felicidad, se quedó helada. Tablas frente a un Oviedo con el que se comparte el objetivo de entrar en los puestos de play off de ascenso a Primera. El conjunto azulgrana, más allá del visible recorte presupuestario, está sabiendo conectar con la afición. Se ha regenerado con refuerzos que ilusionan. Transmite hambre y raza. Su juego alegre permitió rozar este sábado el triunfo. La primera parte no convenció y el gol de Borja Bastón justo después del descanso dejó el encuentro cuesta arriba. Pero los de Javier Calleja, espoleados por la expulsión de Colombatto, pusieron contra las cuerdas al cuadro carbayón a base de vigor y recursos ofensivos. La reacción se quedó a medias. Sin embargo, el nuevo proyecto ha arrancado con buenas sensaciones.

Faltó poco. El Levante arrinconó al Oviedo en la segunda parte, justo después de que Borja Bastón marcara y el conjunto asturiano se quedara con un jugador menos. La diana del delantero madrileño evidenció la falta de contundencia defensiva que, por momentos, están teniendo los granotas pese a jugar con un sistema de tres centrales.

Enfrente estaba un rival directo que supo sujetar a los azulgrana durante la primera parte. Eso sí, Calleja tiene claro cuál debe ser la receta esta temporada. Y apuesta por un estilo muchísimo más vertical que el de la pasada campaña. El técnico, quien repitió la alineación titular utilizada contra el Cartagena, planteó el duelo intentando explotar la velocidad de Cantero.

En cualquier caso, todo el juego de este Levante gira alrededor de una figura: Oriol Rey. El catalán es un seguro de vida. Pone la balanza en el centro del campo. Contiene al adversario de forma expeditiva, se hace grande en la medular, sabe posicionarse, juega con criterio y sin complicaciones, tiene llegada al área... El pivote, quien llegó este verano libre tras finalizar su compromiso con el Mirandés, se formó en las categorías inferiores del Barcelona y pasó por el filial del Leeds United. Ahora, a sus 25 años, aterriza en Orriols con la ilusión de obtener un billete hacia Primera División.

Ante el Oviedo, Oriol Rey refrendó las excelentes sensaciones que transmite desde que llegó. Cubrió las espaldas de sus compañeros con solvencia y dio fluidez al juego cuando el esférico pasó por sus botas. Incluso acabó cayendo a la banda derecha para crear superioridades. Ejerció de jefe dentro de un trivote en el que le volvieron a acompañar Sergio Lozano y Giorgi.

Se trata de un centro del campo totalmente renovado tras la salida de dos puntales como Pepelu García y Vicente Iborra. Pese al tijeretazo económico producido en el Levante después de que se escapara el tren del ascenso, Calleja se siente satisfecho con la plantilla confeccionada. Eso sí, asume que, con un esquema de tres centrales, pueden acabar faltando efectivos en defensa.

A la espera de comprobar si el equipo va a tener pólvora suficiente, Mohamed Bouldini volvió a ver portería y ya suma tres goles en lo que va de temporada. El marroquí, con más chispa que el pasado curso, ha comenzado en estado de gracia. Y Dani Gómez exprimió los minutos que estuvo sobre el césped para marcar el tanto que desató el éxtasis y que luego fue anulado. Calleja tiene depositadas muchas esperanzadas en el delantero madrileño, quien ha regresado tras una infructuosa cesión al Espanyol. La única cara nueva en punta de lanza es Iván Romero, lesionado.

Tras unos primeros minutos incisivos, el Levante se fue difuminando. Se apagó ante un Oviedo ordenado que inquietaba a Femenías a través de balones colgados al área. Y precisamente, antes de la media hora de juego, el siempre amenazante Borja Bastón metió el miedo en el cuerpo a los granotas. El experimentado ariete madrileño cazó un envío desde la banda izquierda y lo estrelló en el primer palo. El arquero balear, quien tiene el reto de conseguir que no se note la salida de Cárdenas, estuvo atento para evitar cualquier opción de rechace. Minutos después, el atacante carbayón volvió a asustar al guardameta granota.

Los azulgrana no terminaban de sentirse cómodos ante un Oviedo que estaba protagonizando los acercamientos más peligrosos.Y justo después del descanso, Borja Bastón no falló. Ya había perdona dos veces. A la tercera, dentro. En un par de movimientos, el Oviedo hizo añicos a la zaga del Levante. Demasiada facilidad. Colombatto asistió de forma acrobática y el delantero, a bocajarro, abrió el marcador.

Pero poco duró la alegría del pase para Colombatto. Unos segundos después, el argentino fue expulsado por doble amonestación al dar un codazo en la cara a Giorgi. El Levante no iba a desaprovechar la oportunidad de encerrar a los de Álvaro Cervera.

Calleja movió el banquillo e hizo debutar a Capa, el último de los fichajes en ser inscrito. El vasco llega con ganas de reivindicarse, aunque evidenció la falta de ritmo. Después de dos años prácticamente sin jugar, el ex del Athletic todavía debe alcanzar una forma física óptima.

El Levante reaccionó y se volcó en ataque. Cantero insistía, Álex Muñoz recordaba que tiene un cañón en sus botas y Andrés García abría una autopista por la banda derecha. A falta de media hora para el final, la nueva joya de la cantera mandó un centro medido a Bouldini, quien cabeceó en plancha para marcar.

También entró el talentoso Carlos Álvarez, quien gozó de sus primeros minutos en Orriols. Y Dani Gómez, con media hora por delante, dejó muestras de su potencial. El Levante tiene mimbres.

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