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Jugadores del Levante se lamentan tras el partido contra el Valladolid LUD

Destellos insuficientes

La mejoría defensiva y la irrupción de Róber Ibáñez no bastan para despegar | El Levante, que empata en Valladolid y se adjudica el golaveraje particular, necesita dar un golpe de autoridad en casa

Sábado, 30 de marzo 2024, 13:41

Desde mediados de octubre, el Levante no encadena dos victorias ligueras. Y así, resulta prácticamente imposible soñar con el ascenso a Primera División. Los granotas, los reyes del empate, han firmado ni más ni menos que 15 tablas. La de este sábado supo mejor que otras veces por diferentes factores: la envergadura del rival, los destellos de algunos protagonistas y la adjudicación del golaveraje particular. Pero es insuficiente. Los azulgrana necesitan con urgencia dar un golpe de autoridad que les permita reengancharse al play off de ascenso. Un escenario en el que van a resultar clave las dos próximas jornadas, que se disputarán en Orriols contra equipos que pelean por la permanencia.

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El Levante sigue con los puestos de promoción de ascenso a tiro de piedra, pero la misión es dura por la descomunal competencia. Hay once equipos implicados en la misma pelea. Una batalla multitudinaria en la que el conjunto granota no termina de hacerse fuerte. Desde que se cayó de los puestos de play off en la jornada 24, no ha vuelto a pisarlos.

Este sábado tenía una buena oportunidad para lanzar un aviso a navegantes, ya que visitaba a un Valladolid situado en posiciones de privilegio. Y el estadio es uno de los más imponentes de la categoría, ya que los de Pezzolano se alzan como el segundo mejor equipo como local en la categoría de plata. Su balance ya es de 11 victorias, cuatro empates y dos derrotas en el José Zorilla.

El Levante dejó signos de mejoría ante el Pucela, sobre todo a nivel defensivo con una pareja que funcionó: la formada por Dela y Maras, el único fichaje invernal. El central serbio, cedido por el Alavés con opción de compra en caso de ascenso, se ha asentado en el once titular. La gran sorpresa de la alineación fue Róber Ibáñez. El extremo valenciano disfrutó de su primera titularidad en Liga este curso y aprovechó los 72 minutos que estuvo sobre el césped para reivindicarse.

Hasta este sábado, la única ocasión en que Róber había partido de inicio esta temporada se remontada al 31 de octubre, cuando el Levante se enfrentó al Varea en Copa del Rey. Aquel día marcó. En Liga todavía no se ha estrenado, aunque en Valladolid acarició el gol con un latigazo que se marchó rozando el poste. El valenciano se erigió en uno de los futbolistas más desequilibrantes del encuentro, haciéndose notar con sus diagonales.

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En cualquier caso, el plan de Felipe Miñambres en el José Zorilla giraba alrededor de un futbolista con alma de velocista: Fabrício Santos. El director deportivo del Levante, jefe del vestuario tras la destitución de Javier Calleja, apostó por explotar los espacios con cada recuperación de balón. Y ahí entraba en escena la endiablada velocidad del brasileño, quien tardó sólo dos minutos en demostrar de lo que es capaz tras recibir un sensacional pase en profundidad de Pablo Martínez. El centrocampista madrileño, después de un tramo de temporada apagado, está comenzando a reencontrarse.

Miñambres optó por un esquema de 4-4-1-1, con Andrés García de lateral derecho. Al valenciano, una de las últimas perlas salidas de la cantera granota, le tocó cambiar el chip, ya que hasta ahora había actuado como extremo o carrilero. Este sábado, como era de esperar por su vocación ofensiva, en absoluto renunció a profundizar y a generar peligro con sus centros al área, pero le tocaba mantener sus espaldas bien cubiertas. Empezó sufriendo en acciones puntuales, ya que el Valladolid volcó el juego por su banda, pero el canterano se fue asentando y soltando. Es un portento físico.

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Fabrício, como siempre, actuó como una pesadilla para los zagueros rivales a base de galopadas. En carrera, es imparable. Pasa de 0 a 100 en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, acabó desfondado. Le tocó bailar con un César Tárrega que no le quitó ojo. El joven central, cedido por el Valencia, estuvo atentísimo para incomodar al brasileño cada vez que se acercaba al arco de Masip con opciones de disparo. Fue la sombra del delantero azulgrana.

El Valladolid dominaba el esférico y los granotas estuvieron a punto de pagar muy caros algunos excesos de confianza durante el primer acto. Una pérdida de Róber en una zona comprometidísima dio pie a la ocasión más clara del partido. El obús de Monchu se estrelló en el larguero. Otro descuido, esta vez de Dela, puso el corazón en un puño, aunque emergió la figura de Andrés Fernández. El guardameta murciano, de 37 años, adivinó las intenciones de Álvaro Negredo, de 38. Dos viejos rockeros del fútbol español que, en medio del partido, encontraron tiempo para abrazarse con sonrisas de complicidad.

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Apenas unos minutos antes, Dela había evitado el gol de Sylla sacando el balón prácticamente sobre la línea. El Levante tuvo su mejor momento en los últimos 20 minutos del primer acto. El duelo se abrió y los azulgrana enseñaron los dientes al encontrar espacios, sobre todo por medio de Róber Ibáñez y Fabrício. Sergio Lozano, moviéndose entre líneas, intentaba trazar algunos de sus pases mágicos.

No estuvieron tan cómodos los de Miñambres en el segundo acto, por lo que fueron retrocediendo sus líneas paulatinamente. Al Levante le costó conectar con un Fabrício a quien se le iba agotando la batería. Róber Ibáñez, con molestias, fue sustituido en el minuto 72.

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Miñambres, en busca de frescura, movió en el banquillo en los últimos diez minutos. Edgar Alcañiz, con 19 años recién cumplidos, tomó el relevo de Lozano para protagonizar su tercera participación con el primer equipo. Sin embargo, estas maniobras del técnico no sirvieron para que el Levante sorprendiera al Valladolid. Los granotas se encerraron y supieron contener al rival sin pasar excesivos apuros. Sin tambalearse.

El Levante no pasó del empate. Una vez más. Pero su mejoría defensiva y la irrupción de Róber deben dar alas para asestar un golpe en las dos próximas jornadas en el Ciutat de València.

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