Felipe Miñambres dimite tras no aceptar un «rebajón» salarial

Lo que parecía un miércoles normal y corriente en el Levante se tornó en un día de alta tensión, emoción y sorpresa, ya que de forma inesperada, a primera hora de la mañana se convocó una rueda de prensa de Felipe Miñambres que, como se confirmó posteriormente en la misma, fue para anunciar que deja de ser director deportivo del Levante tras tres años en el cargo.

El directivo llegó a Orriols en febrero de 2022, en medio de una crisis deportiva en el curso del descenso que destapó una desastrosa realidad económica que actualmente atraviesa la entidad con más de cien millones de euros de deuda, algo que va relacionado con el motivo de su marcha del club azulgrana.

Y es que el Levante, a través de su consejero delegado José Danvila, le pidió a Miñambres una importante rebaja salarial para ayudar al club. Al no llegar a un acuerdo para mantener la relación laboral, el director deportivo dimite y abandona al equipo en Segunda División tras tres fracasos deportivos: no consiguió una permanencia que, eso sí, ya se antojaba casi milagrosa, pero después fue el artífice de dos proyectos que fallaron en su objetivo para ascender de nuevo a Primera, con el infame recuerdo de aquella final contra el Alavés.

La ficha que percibía Miñambres rondaba el medio millón de euros, una cifra incluso superior a la que reciben algunos futbolistas del primer equipo. El propio director deportivo no quiso especificar cuál fue la propuesta exacta de rebaja que le envió Danvila, pero todo apunta a que rondaba a una reducción del 50%. Además de la cifra en sí, las formas —a través de un mensaje de WhatsApp y una posterior videollamada—, también terminaron de decantar la balanza para que Miñambres se sintiese ofendido por la propuesta, lo que le empujó a salir de la entidad pese a que tenía un contrato recientemente ampliado hasta 2027 que se había estampado en negro sobre blanco en el último verano, sin una rebaja salarial manteniendo las condiciones que le firmó Quico Catalán en 2022 cuando llegó.

«Con Danvila he tenido una relación cercana y estrecha, pero como en otras cosas futbolísticas, en esto no estamos de acuerdo. No entiendo la situación, entiendo las circunstancias, pero no el cambio de unos pocos meses de una cosa a otra. Ahora están los abogados decidiendo y seguro que al final se solucionan las cosas, pero es un tema del que no voy a hablar, no soy de poner números a las cosas, puedo aceptar una rebaja, pero no un rebajón. Mi predisposición no es cobrar el año que viene. Yo me voy y no voy a cobrar todo el contrato que me queda, eso está claro. Lo hablé con Danvila y Pablo Sánchez. Soy una persona que discute y puedo discutir con cualquiera, no pasa nada, no soy rencoroso. Pero lo peor es cuando a mí me dejan triste y decepcionado. Para mí es más importante las personas, yo puedo discutir y pelear, pero cuando alguien me deja triste ya no. Ahí se rompen vínculos difíciles de curar», confesó Miñambres en su adiós.

Junto a Miñambres saldrá también su mano derecha, Ángel Medina. «Dije que en mi opinión Ángel debería quedarse, porque es el que más cerca ha estado, pero al final vinimos juntos y nos vamos juntos», señaló el directivo, que insistió en que él se ve forzado a marcharse en contra de su voluntad: «Yo no elijo la salida, me voy porque se me dice que tienes que bajar un tanto por ciento. Digo que no, y trataremos de llegar al acuerdo definitivo, pero yo me quería quedar. Mi equipo es este y estaré hasta el final tratando de ayudar en lo que se necesite y se pueda. Si voy a otro club y puedo ayudar al Levante, lo haré. Pero el momento no es elegido por mí, porque para mí elegir esto con el equipo como estamos, no lo entiendo».

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