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Quico Catalán leyó la carta, la metió en el último cajón y ahí se quedó olvidada. Ahora, la Fundación Deportivo Cultural Levante ha vuelto a ... repetir el mismo procedimiento con la esperanza de que con el reciente cambio de gobierno en el club se pueda llegar a un diálogo fluido para evitar conflictos futuros. La Fundación ha solicitado por escrito una reunión con el presidente del Levante, Pablo Sánchez, para exponerle su predisposición a llegar a un acuerdo de cara al futuro más que previsible de la ciudad deportiva de Buñol (teniendo en cuenta la intención azulgrana de poner en marcha la ciudad deportiva de Nazaret), sobre la que tiene este patronato la titularidad de la Declaración de Interés Comunitario.
«Esta Fundación amparó y permitió legalmente la construcción de la actual ciudad deportiva... al igual que sufragó por sí y por medio de alguno de sus patronos, algunos de los gastos para llevar a cabo la construcción de la misma» dice la misiva, firmada por el apoderado José Vicente Santaemilia, que recuerda la actitud de Catalán «sin haberme concedido la cita», y que expresa «mi más absoluta predisposición para que en caso de una más que previsible venta de la expresada ciudad deportiva se pudiera lograr una actuación de consenso que permita respetar los derechos del club que usted preside y los de la Fundación que represento».
Esta Fundación no tiene nada que ver con la Fundación Cent Anys que preside en la actualidad María Dolores Boluda, cuyo presidente de honor es José Manuel Fuertes y que tiene en su poder la mayoría accionarial del club. La Fundación Deportivo Cultural Levante se creó en 2003 –idea de los abogados Luis Calero y Jorge Lucas– para proteger a la ciudad deportiva azulgrana de Buñol que se quería construir de la amenaza de embargos que en esos tiempos rodeaban al club.
El presidente de esta Fundación Deportivo Cultura Levante fue en su momento Ramón Victoria, siendo vicepresidente el notario valenciano Emilio Orts y contó con la aportación económica inicial de Pedro Villarroel, que depositó los 30.000 euros iniciales que sirvieron para arrancar el proyecto. El resto de patronos eran lógicamente los consejeros que estaban en el Levante, así como los representantes de las instituciones valencianas.
Los convulsos movimientos que se vivieron en el Levante provocó la fuga de los consejeros que eran patronos pero no se extinguió del todo este organismo y aunque, bajo mínimos, su actividad se ha mantenido. «La Fundación Deportivo Cultural Levante tiene por objeto el interés general del deporte valenciano, pretendiendo beneficiar a los niños, niñas y jóvenes, practicantes de deporte, procurando los recursos necesarios para cubrir los presupuestos imprescindibles para la práctica deportiva, promoviendo y divulgando, asimismo, las especialidades deportivas patrocinadas mediante la organización de eventos, actos culturales y sociales y publicaciones susceptibles de propagar la cultura deportiva y contribuir a la formación de la juventud y mejorar su calidad de vida», recoge en sus Estatutos.
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