Ni a Javi Calleja ni ahora a Felipe Miñambres les está saliendo una temporada tranquila. En lo deportivo, y de ahí el cambio de entrenador, ... ni en las noticias que llegan desde la enfermería. Las lesiones, de hecho, es uno de los ingredientes que están confeccionando un curso marcado por la irregularidad y en el que de momento el Levante está fuera de los puestos para pelear por el necesario ascenso a Primera.
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Incluso en partidos como el del Elche, con un desenlace de los que dan moral a la plantilla de cara a lo que queda, se dan situaciones para preocuparse. Como la baja de última hora de Carlos Álvarez por unas molestias musculares. Al final el canterano del Sevilla fue sustituido por un Bouldini que no atraviesa precisamente el mejor momento de forma.
Y Carlos Álvarez deberá estar un tiempo parado, pues las molestias reportadas por el Levante se han traducido este lunes en una lesión en el recto femoral de la pierna derecha. Dolencia muscular sobre la que el club no especifica plazos de recuperación en su parte médico, pero que harán al futbolista perderse varias jornadas en un momento decisivo para asaltar los puestos de play-off.
El joven futbolista no había estado lesionado en toda la temporada, pero su baja es un varapalo, ya que estaba totalmente integrado en el once. Sólo había sido suplente en 2024 ante el Andorra, donde Miñambres realizó varias rotaciones. Su caso es totalmente opuesto al de Fabrício, una de las sensaciones de esta plantilla a pesar de que en lo transcurrido de curso ya ha padecido tres dolencias musculares que le han hecho ser baja en 11 jornadas.
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También hay brotes verdes en una demarcación a veces señalada por la falta de efectividad. La buena racha actualmente la personaliza un Brugui que se ha convertido en un futbolista totalmente imprescindible para Felipe Miñambres. El extremo aporta su velocidad a las labores ofensivas y también se está mostrando acertado de cara a gol.
Parece haber afinado la puntería después del partido del Sporting, por ejemplo, donde tuvo ocasiones para haber marcado. Ante el Burgos ya hizo el tanto del empate y tuvo una clara ocasión para el 1-2. Y contra el Elche se mostró decisivo de cara a la remontada que desató la euforia en el Ciutat: primero con el tanto del empate y luego con el taconazo para que Dani Gómez hiciera el tanto de la victoria.
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El de esta jornada ha sido curiosamente el primer gol de Brugué esta temporada en casa en Liga. Había marcado dos, uno de ellos en el empate contra el Zaragoza en La Romareda (2-2) y el otro en el triunfo de principio de curso en Alcorcón (0-2). El catalán no había alcanzado su mejor nivel hasta ahora, pero este ha llegado en el momento decisivo de la temporada. Y el futbolista, como todos los que siguen tras el curso pasado, querrá cambiar totalmente el desenlace.
En el caso de Brugué, fue un futbolista que el Levante echó mucho de menos después de sufrir una grave lesión muscular que incluso le obligó a pasar por el quirófano. El atacante se lastimó en diciembre y no reapareció hasta las dos últimas jornadas. Ahora afronta los diez partidos que pondrán el broche al torneo de la regularidad en el mejor momento del curso y es sin duda uno de los argumentos del equipo, que se ha colocado a tres puntos de la zona de play-off, para seguir confiando en alcanzar el objetivo que con la máxima crueldad se escapó hace ahora camino de un año.
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