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Sin apenas descanso y con el recuerdo aún fresco de la victoria en casa frente al Deportivo de La Coruña, el Levante tenía el reto ... de asaltar el particular Mulhacén de la Segunda División, el Nuevo Los Cármenes de Granada. A los pies de la imponente Sierra Nevada, el conjunto granota se dispuso a ascender una de las cotas más complicadas de la categoría de plata con el cansancio acumulado de la excursión del jueves y, sin apenas rotaciones, lo consiguió. Escala hacia la cima con un brillante1-2 que permite dormir montando el campamento base en los puestos de ascenso directo.
Granada CF
1
-
2
Levante UD
Julián Calero apostó por no tocar lo que funciona. Si no está roto, no hay que cambiarlo. Con continuidad, pese a llegar con apenas 72 horas de descanso tras el último encuentro, ya habrá tiempo de rotar en la Copa del Rey contra el Pontevedra. Mismo once inicial —con el cambio de Sergio Lozano por Oriol Rey, que volvía tras sanción— y a volar con el once de gala. Aunque empezó avisando el Granada, cuyo poderío ofensivo no pasó desapercibido en los primeros minutos, especialmente con el remate de Lucas Boyé a los diez minutos de encuentro. Su remate de cabeza, tras centro de Ricard Sánchez, se marchó desviado después de que Unai Elgezabal molestara lo suficiente al ariete argetino sin hacer penalti. Después llegó el primer acercamiento granota, en las botas de un Giorgi Kochorashvili —que coincidía sobre el césped con su compatriota Giorgi Tsitaishvili— que demostró rápidamente que estaba entonado. Su remate, centrado, fue detenido por el exgranota Diego Mariño. En la jugada siguiente, el Granada aprovechó la transición para volver a generar peligro y forzar la estirada de Andrés Fernández ante el remate de Myrto Uzuni. Cuando el encuentro se definía con intercambios de golpes, el Levante supo conectar con su particular derechazo topuriense. La sangre georgiana de Kochorashvili ayudó a que el centrocampista se moviese en un córner hacia la frontal, donde Carlos Álvarez le brindó el balón. Tras un recorte al defensa, el internacional perforó la red con un zurdazo raso al primer palo que sorprendió a Mariño y permitió al Levante ponerse por delante en el electrónico.
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La respuesta del Granada no se hizo esperar y llegó con las botas de Gonzalo Villar, que mandó un aviso lejano, aunque su disparo estaba envenenado por un ligero desvío en Oriol Rey. En la transición de ese saque de esquina llegó la jugada que el Levante consiguió transformar en el segundo de la tarde. Escorados en banda izquierda, Pablo Martínez y José Luis Morales trazaron una magnífica combinación que, tras el desmarque del centrocampista, consiguió colocarle frente a frente con la portería. Su disparo de zurda batió de nuevo a un indefenso Mariño, que se desgañitó ante su defensa por permitir que los hombres de Calero pudieran avanzar con tanta facilidad por dentro del área nazarí. Antes del descanso, y con el 0-2 en el marcador, Iván Romero tuvo un amago de mano a mano, pero se acabó haciendo un lío con el control del balón y la defensa se le echó encima.
Tras el paso por los vestuarios, al Levante se le empezó a notar esa fatiga en las piernas y el Granada mejoró notablemente. Tanto fue el cántaro a la fuente que al final se terminó rompiendo y los locales encontraron petróleo tras varias ocasiones de insistencia. Precisamente así fue el gol, tras un tiro de Reinier que tapó Andrés pero que no pudo evitar que el rechace fuese cazado por Ricard, que fusiló la portería para recortar distancias. Con el 1-2 y la sensación de que los locales se echaban encima, el Levante pudo poco a poco ir durmiendo el encuentro para intentar mantener la ventaja. Iván Romero tuvo una nueva ocasión desaprovechada en una contra de libro. Falló en el mano a mano después de que Morales le dejara solo con un pase. Intentó picarla por encima de Mariño, pero no funcionó. Calero movió el banquillo y dio entrada a hombres de refresco viendo que la fatiga afectaba a su equipo. Uno de los que entró, Clemente, también tuvo una ocasión, pero tardó demasiado en definir y su disparo fue blocado por la zaga. Tras una segunda parte de oficio y resistencia, el conjunto granota supo sufrir y aguantar las embestidas nazaríes, que también empezaron a notar el cansacio y poco a poco se fueron diluyendo. Tres puntos importantísimos ante uno de los favoritos. A seguir.
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