![El Levante, obligado a reestructurarse](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/06/18/levante-decepcion-RYDu3ApABcONW2K1E2GD2WJ-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Ya anunció el Levante que, en caso de no lograr el ascenso inmediato, iba a tener que afrontar una profunda reestructuración de cara a la próxima temporada. El club apostó todo al regreso a Primera División en sólo un año, pero el plan se ... hizo añicos de la manera más cruel, con un penalti señalado en el último suspiro de la prórroga. La final del play off se tiñó de drama. Pero el duelo debe pasar rápido, ya que la entidad azulgrana está obligada a diseñar cuanto antes el nuevo plan institucional, económico, deportivo y social.
Durante la última campaña, el Levante construyó un proyecto fortísimo en Segunda, manteniendo su consolidada estructura de Primera. Sin embargo, el club reconocía que este modelo iba a resultar insostenible si el ejercicio no terminaba con el esperado ascenso. De esta forma, salvo que se produzca una extraordinaria inyección económica, hará falta un tijeretazo que implicará despidos en las diferentes áreas de la entidad.
El director general del Instituto Valenciano de Finanzas, Manuel Illueca, se ha mostrado tajante en redes sociales: «Es momento de buscar un inversor que pueda inyectar capital al club y permita reconducir la situación financiera. Hoy se acaba un ciclo y, con él, la etapa de la Fundación como máximo accionista. El club necesita capitalizarse. Es un problema de solvencia, no de liquidez. Esta situación requiere inversión». El Levante verá mermado ostensiblemente su presupuesto, aunque confía en mantener los proyectos urbanísticos que están en marcha. Surgen numerosas dudas alrededor del consejo de administración encabezado por Quico Catalán, la estructura deportiva y la masa social.
El Levante deberá adaptarse a un panorama económico muy diferente. El recorte presupuestario será notorio y afectará tanto a la plantilla deportiva como al resto de personal. El club pasará a percibir alrededor de ocho millones de euros por el reparto que realizará la Liga de los derechos televisivos. Una cifra muy inferior a la de hace sólo un año.
Esta última campaña, el Levante recibió una elevada inyección de la Liga que le permitió confeccionar un potentísimo presupuesto en Segunda: 52 millones. De estos, 10,29 fueron por los derechos de retransmisión y 18,9 millones por la ayuda por el descenso. Un colchón que se ha esfumado.
El Levante podrá estudiar diferentes soluciones económicas que permitan obtener una mayor capacidad a la hora de elaborar el nuevo proyecto. Desde hace tiempo, la directiva tiene sobre la mesa la alternativa de una ampliación de capital. Paralelamente, la Fundación Cent Anys, propietaria del 60,97 por ciento de las acciones del club, mantiene abierta la puerta a empresarios valencianos que estén dispuestos a hacerse con un paquete considerable de títulos. Hasta ahora, en cambio, el patronato se ha mostrado reacio a la entrada de inversores extranjeros.
En medio de esta situación, el club tiene en marcha dos ambiciosos proyectos urbanísticos: la remodelación del estadio y la construcción de la ciudad deportiva de Nazaret. El Levante ve viable su ejecución en Segunda, ya que cuenta con dos vías de financiación: el préstamo de Edmond de Rothschild y el acuerdo con CVC.
Además, para cumplir el presupuesto del último curso, el Levante debe obtener cerca de tres millones por venta de jugadores antes del 1 de julio.
Está a punto de expirar el tercer mandato de Quico Catalán. Concluirá en diciembre. Hasta la fecha, el presidente del Levante no se ha posicionado sobre su futuro. No ha desvelado si planea presentarse a la reelección o considera que su etapa ya ha llegado a su fin. Lógicamente, el desenlace deportivo de la temporada se presentaba como un factor a tener en cuenta. En los próximos días, el consejo de administración se reunirá para analiza la situación y establecer una hoja de ruta.
En la última junta de accionistas, celebrada el pasado 19 de diciembre, Catalán se mostró enigmático a la hora de hablar sobre el futuro del consejo de administración. «Ni yo mismo sé lo que voy a hacer. No puedo dar una respuesta clara en ese sentido», afirmó el dirigente.
No obstante, al margen de asumir errores, Catalán aprovechó la junta para anunciar un proyecto atractivo a nivel deportivo, económico y social. Se trataba de un plan a largo plazo, con 2027 en el horizonte. El presidente azulgrana subrayó valores como «valencianía» y «sostenibilidad económica». Y marcó diferentes objetivos, como alcanzar un 40% de canteranos en la plantilla.
Por ahora, no ha surgido ninguna candidatura que haga oposición a Catalán. Simplemente, hace un año, nació la plataforma Levante Somos Todos, liderada por Gabriel Salinas, José Vicente Castillo y Luis Barrachina. La Fundación Cent Anys ha comunicado que está abierta a «dialogar» con todas las sensibilidades.
«Ojalá hubiera alternativas que salieran desde el levantinismo y presentaran proyectos para el Levante. Nadie es imprescindible. El primero yo. Y el consejo», afirmó Catalán.
Álex Muñoz, Montiel, Bouldini, Wesley, Iborra, Femenías, Saracchi, Róber Ibañez y Musonda. Son los fichajes que componen el balance de Felipe Miñambres como director deportivo del Levante. Aunque sus principales decisiones giraron alrededor del banquillo. El leonés entregó la plantilla a Mehdi Nafti en una sorprendente apuesta que resultó fallida. Posteriormente, confió en Javier Calleja, quien tampoco ha logrado el objetivo.
En febrero de 2022, tras el fulminante despido de Manolo Salvador y David Navarro, el Levante contrató a Felipe Miñambres como director deportivo hasta 2025. De momento, su gestión no ha cumplido con las expectativas, por lo que ha perdido crédito. Álex Muñoz, Montiel, Bouldini, Iborra y Femenías sí han dado la talla, pero Wesley, Saracchi, Róber Ibáñez y Musonda no han ofrecido el rendimiento esperado.
De esta forma, el consejo de administración debe decidir si Miñambres construye la próxima plantilla. Además, ha quedado muy debilitada la figura de Calleja. El contrato del entrenador madrileño se ha prolongado automáticamente por la disputa del play off de ascenso. Sin embargo, más allá del desolador desenlace de la temporada, el juego del equipo ha sembrado numerosas dudas.
Pese a la renovación, la continuidad de Calleja está en el aire. El madrileño tomó las riendas en octubre después del alarmante inicio protagonizado por Nafti. Llegó con mano izquierda y una filosofía diferente.
Calleja empezó lanzado, con una remontada que permitió coquetear con el ascenso directo. Pero llegaron los altibajos, el fútbol previsible, los miedos y las decepciones en partidos clave. Todo se torció.
Este sábado, en el Ciutat se vieron miles de jóvenes en las gradas vestidos con la camiseta del Levante. Es lo que siempre ha echado en falta históricamente este club, la juventud de sus seguidores, ya que de siempre estaba acostumbrado a tener una afición de cierta edad y casi heredada de padres a hijos. Es este aspecto, el del respaldo popular, uno de los grandes motivos para mantener al menos la esperanza de cara al futuro. Si el esfuerzo en sus pasadas campañas de abonados ha tenido éxito se verá ahora, cuando se compruebe si este verano el Levante mantiene esa fidelidad y el amor hacia sus colores entre la juventud valenciana.
El pinchazo deportivo del sábado fue tan grande que se vieron imágenes desoladoras de chavales llorando. Vezo, por ejemplo, tuvo que consolar sobre el mismo terreno de juego a uno de los recogepelotas, roto de dolor después del pitido final del colegiado. Esta temporada el Levante ha superado la cifra de 15.000 socios, para un proyecto que se sabía que iba a estar peleando por el ascenso. Además, el club había previsto varios interesantes incentivos para este ejercicio: una bajada en los precios de entre el 30 y el 40 por ciento y un descuento del 50 por ciento en los pases del curso 2023-24 en caso de tener al menos una acción del club, asistir a más del 75 por ciento de los partidos y lograr el ascenso a la máxima categoría.
Ahora habrá que esperar a ver cuál es la política a seguir, pero el miedo que hay es que el Levante pierda ese terreno que ha ganado en cuanto atractivo en una ciudad que vive bajo el tirón valencianista. La grada, por cierto, empezó a ser algo crítica con Catalán el día del 0-0 contra el Oviedo.
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