Manolo, contigo empezó todo

Nadie pone en duda que el Levante vive casi desde el inicio del siglo XXI su edad dorada. Quizás haya debate sobre cuándo empezó: ¿con el heroico ascenso de Luis García o en el de Manuel Preciado? Cierto que entre uno y otro hubo unos años de zozobra que casi derivan a la liquidación del club. Pero también hay que poner en valor que el hito de 2004 calmó la ansiedad por codearse con la élite, algo que no había sucedido desde 1965.

Luego vino el descenso, el nuevo ascenso en 2006 con Mané, pero el triunfo en Xerez en 2004 rompió la maldición y generó en el club la capacidad de creer. Y desde entonces, esa fe ha movido montañas, como la que se presentaba en puertas del centenario con una deuda monstruosa que abocó a la entidad al concurso de acreedores. Paradójicamente aquello, que la mayoría accionarial cayese en manos de la Fundación y que se tuviese que recurrir a viejos guerreros -pero con el hambre intacta- supuso el primer paso hacia el éxito.

Una vez encarrilados los problemas económicos, el club experimentó un crecimiento que no se vio frenado, ni siquiera, con el descenso de 2016. El Levante subió por la vía rápida, en una temporada de récord con Muñiz a los mandos. La destitución del asturiano abrió la era de Paco López, donde parece que no hay techo.

Con un estilo reconocible que genera ocasiones y goles, con el lunar de las facilidades defensivas, el equipo rompió una nueva barrera con la clasificación para las semifinales de Copa. ¿Será el nuevo hito un partido por un título, algo que no sucede desde la Copa de la República que sigue sin ser reconocida por la Federación?

Eso empezará a dilucidarse a partir del jueves, frente al que fuera rey de Copas. De forma paralela al éxito deportivo de su primer equipo masculino, el Levante ha experimentado un crecimiento progresivo. Ha reactivado el equipo femenino, que dominó las competiciones nacionales y acaba de disputar la final de la Supercopa y se invierte en el fútbol sala. Además, destaca el proyecto de deporte inclusivo impulsado por la Fundación, la remodelación del Ciutat y la futura ciudad deportiva prevista en Nazaret.

El golazo de Reggi mostró el camino, Rivera culminó la remontada frente al Xerez y el pitido final desató la euforia. Cerca de allí, en Cádiz, ya dio la sensación una semana antes que el Levante enfilaba hacia Primera. Pero con lo del yunque de la adversidad, la travesía de medio siglo fuera de la élite... nadie quería dar por hecho el ascenso. Pero se consiguió y el equipo dirigido por Manuel Preciado hizo realidad el sueño de varias generaciones. El club lo llevaba persiguiendo varios años y se logró a falta de otra tres jornadas para que finalizase la Liga. Preciado no siguió en el banquillo granota, lo que dolió a buena parte de la afición y a gente del club y sólo se pudo disfrutar de Primera una temporada. En 2006 se logró otro ascenso, este con Mané, con sus consiguientes celebraciones... pero ni siquiera el de 2010, ni el 2016, se festejaron con la euforia que el de 2004, que supuso una liberación antes de la zozobra económica.

En pleno concurso de acreedores, el levantinismo ya se conformaba con celebrar el centenario con el club luchando por mantener sus constantes vitales. Se peleó por reconducir la deuda, refinanciándola y con la quita, que también fue una bocanada de oxígeno. Se logró la recalificación del Ciutat, dándose por hecho que sería la prenda necesaria para la viabilidad de la entidad... y va Luis García, con un grupo de futbolistas a los que muchos daban por retirados, y consigue un heroico ascenso a Primera. Tras pensar en la salvación en enero, una brutal segunda vuelta sirvió para hacer realidad el sueño contra el Castellón. No menos milagrosa fue la permanencia de la campaña siguiente.

Juanlu y Juanfran tienen una guerra que ha entrado en bucle -aparentemente en broma pero, ¿quién sabe?- sobre quién fue el autor del primer gol del Levante en competición europea. El malagueño marcó el tanto inicial en la ida contra el Motherwell, rival en el play-off previo a la fase de grupos. Y en el estreno de la liguilla, el Levante ganó al Helsinborg con tanto del valenciano. Para no alimentar la disputa, a destacar que el Ciutat de València albergó el primer partido del Levante en competición internacional en la vuelta de esa eliminatoria contra el Motherwell: el equipo de Juan Ignacio ganó como ya había hecho en el primer asalto y culminó la gesta de haberse clasificado, en la temporada anterior, para la Europa League. Tras una campaña brillante en la que incluso se fue líder de la Liga por primera vez en la historia, el triunfo ante el Athletic (3-0) hizo realidad el sueño.

Aquella victoria frente al Oviedo culminó una temporada de récord. El mérito de ese Levante no fue aquel partido, sino rehacer un proyecto que había naufragado la temporada anterior. Con Tito como director deportivo, se configuró una plantilla experimentada en Segunda y se confió en Muñiz. A base de la seguridad defensiva y la buena sociedad de Morales y Roger, el Levante fue líder desde la primera jornada hasta ese cabezazo de Postigo que puso fin a la penitencia.

Roger Martí ya forma parte de la historia granota con ese gol en el minuto 120 frente al Villarreal. En el último mes, el equipo de Paco López ha superado a Racing Murcia, Portugalete, Fuenlabrada -en segunda y tercera ronda con mucho suspense-, Valladolidy y al equipo de Emery. En el próximo, entre febrero y inicio de marzo sólo habrá dos partidos de Copa, los que separan el fin del camino con el gran sueño granota. De conseguir un buen resultado en San Mamés el jueves dependerá que el levantinismo transite un mes por las nubes donde, eso sí, no puede descuidar la Liga. Pero es que la ocasión que puede presentarse es caza mayor: la oportunidad de conseguir un título y abrir la puerta de la Supercopa. Parte de la afición, especialmente la más joven que sólo sabe de las travesías por Segunda B y Tercera por los relatos de los mayores, ya no se conforma con la permanencia. Quiere celebrar algo, pelear por Europa... y todo ello, aunque el objetivo principal sigue residiendo en los 42 puntos, está a 180 minutos de poder hacerse realidad.