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El Levante retomó este lunes los entrenamientos en la Ciudad Deportiva de Buñol con la novedad de Shkodran Mustafi, que se reincorporó a la dinámica del grupo en la semana previa al próximo compromiso granota, que será decisivo en la pelea por el ascenso directo: la visita de este domingo en Ipurúa, el campo del Eibar. El central alemán ya ha superado la lesión muscular en el recto femoral izquierdo que le obligó a pasar por quirófano en el mes de noviembre y está disponible para ser convocado por el técnico granota, Javi Calleja. Cabe recordar que el zaguero germano cayó lesionado en septiembre en el partido frente al Oviedo por una rotura fibrilar.
En una carrera, se rompió —al igual que Vezo el otro día ante el Zaragoza—. Mustafi se llevó rápidamente la mano al muslo izquierdo. Tendido en el suelo, se tapaba el rostro con los brazos, hundido ante un nuevo ingreso en la enfermería. El gesto del germano hablaba por sí solo. Optó por un tratamiento conservador, para posteriormente ser intervenido en su país natal, donde ha estado recuperándose hasta hace pocas semanas. Pese a que se le estimó un tiempo de recuperación de un par de meses, Mustafi ha tardado más de el doble en volver a estar disponible. Su físico siempre ha sido uno de sus puntos débiles, ya que tiene un amplio historial médico a lo largo de su trayectoria profesional, llegando a perderse más de 100 partidos por las lesiones.
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Todo un calvario para el defensor granota, que desde su llegada en 2021 sólo ha disputado 14 partidos oficiales con la camiseta del Levante. Todavía no ha tenido la oportunidad de demostrar constantemente la veteranía y las cualidades por las que se le fichó y que le llevaron en su día a formar parte de la Alemania campeona del mundo, además de jugar en competiciones europeas en clubes como el Arsenal o el Valencia.
Su ficha, una de las más altas de la plantilla, ha sido prácticamente inutilizable desde su llegada, algo que ha despertado críticas desde las gradas del Ciutat de València. Esta temporada ha disputado dos partidos, ante el Tenerife —marcó gol— y los trece minutos que duró ante el Oviedo. Por ello, el retorno de Mustafi se antoja clave para el tramo final de la temporada donde el Levante cuenta con dos bajas ya en la defensa: Sergio Postigo y Ruben Vezo. Además, para el próximo partido ante el Eibar, Calleja tendrá a Marcelo Saracchi sancionado por su expulsión ante el Zaragoza, por lo que Álex Muñoz deberá jugar de lateral, dejando un hueco en la zaga para hacer pareja de baile junto a Rober Pier, que podría ser para Mustafi o un Vicente Iborra que volviese a retrasar su posición.
Por otra parte, Rober Ibáñez, que no pudo entrar en la convocatoria del pasado viernes por molestias musculares, también se ha ejercitado con el resto de sus compañeros con normalidad, tal y como confirmó el Levante. El otro que está a punto de volver a los entrenamientos es Roger Brugué. El extremo cayó lesionado en el mes de enero y se le estimaron cuatro meses de baja que ya se han cumplido. Ayer ya se le pudo ver por Buñol realizando carrera continua con un readaptador.
Poco a poco Brugui irá entrando en la dinámica grupal y podrá ser convocado por Javi Calleja en las próximas jornadas, un 'fichaje' necesario para aportar pólvora al ataque levantinista, atascado en los últimos partidos y con una recurrente falta de gol que está impidiendo que el equipo gane partido que debería vencer por el dominio que muestra en el juego. Postigo, Vezo y Pablo Martínez siguen siendo bajas para lo que resta de temporada.
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