Robert Sarver, dueño de los Phoenix Suns, es el que inversor quiere comprar el Levante por 50 millones de euros

Robert Sarver, el dueño de los Phoenix Suns, es el hombre que quiere invertir 50 millones para comprar el Levante. Robert Sarver (nacido en 1961) también es dueño de los Phoenix Mercury, franquicia la NBA femenina .

Sarver nació de una judía familia en Tucson. Su padre, Jack, era un prominente empresario, banquero y metido en el negocios de los hoteles en Tucson. Jack Sarver murió de un ataque al corazón en 1979 y Robert Sarver donó a la Universidad de Arizona fondos para su centro de investigación del corazón, que en 1998 pasó a llamarse el Centro del Corazón Sarver en honor a su padre.

En 1982, Robert Sarver fundó el Banco Nacional de Arizona (entonces el Banco Nacional de Tucson). En 1995 adquirió Grossmont Banco, uno de los bancos comunitarios más grandes de San Diego. Sarver es actualmente el CEO de Western Alliance Bank.

Pero además de gran empresario, Sarver es un fanático de los deportes de toda la vida. Por ese motivo decidió comprar un equipo de a NBA, los Phoenix Suns, y en enero de 2015 Sarver ofreció 20 millones de libras por el control de Glasgow Rangers, oferta que fue rechazada.

Sarver y su esposa Penny tienen tres hijos: Max, Jake y Zach. Viven en Paradise Valley, Arizona. Sarver juega golf , tenis y voleibol y le gusta ir a California en su tiempo libre.

El papel de la Fundación

El consejo de administración del Levante y José Manuel Fuertes, presidente de la Fundación Cent Anys, mantuvieron ayer una larga e intensa reunión en la que se abordó esta sorprendente oferta, presentada por un grupo de socios vinculados a la NBA según desvelaba la Cope, que le llegó a Quico Catalán hace mes y medio y que alcanzaría un montante de aproximadamente 50 millones de euros.

Aunque como admitían los propios responsables azulgrana casi al filo de la medianoche, cuando concluyó la reunión, que han llegado a escuchar durante los últimos años entre cinco y diez propuestas de compra, la de ayer fue la primera vez que celebran un cónclave de estas dimensiones al haberse activado el protocolo establecido en su día por la Fundación por si llegara una situación de este calado. El resto de proposiciones siempre han sido desestimadas por su poca consistencia. Ahora la cosa va más en serio porque, aunque se quiere preservar en todo momento la identidad del grupo de socios que aspira a comprar el club, lo cierto es que les ha merecido cierta solvencia, no sólo por las cifras económicas que se manejan sino por el plan de estabilidad financiera que se ha trasladado y por el proyecto de futuro que tienen.

La Fundación del Levante es hoy por hoy quien tiene la llave y de ahí que se haya citado a sus patronos para el próximo martes día 23, con el fin de que sea en ese foro donde se decida qué hacer. La sensación con la que abandonaron la reunión los directivos es que finalmente se rechazará la propuesta, aunque preferían guardar cierta prudencia al respecto. El mismo comunicado oficial que se ofreció invita a pensar que las acciones se mantendrán donde están ahora.

«La Fundación, que tiene como fin la conservación, difusión y promoción de las vertientes deportiva, cultural y social del Levante no tiene en estos momentos necesidad de vender su paquete accionarial gracias a la consolidación del actual proyecto tanto a nivel deportivo, como económico y social. Aunque en ningún caso se ha buscado un posible comprador, para la Fundación es un motivo de orgullo que empresarios de este potencial y prestigio hayan mostrado un interés real en el Levante UD», expresaba el comunicado que leyó el mismo José Manuel Fuertes, en presencia de Catalán. No admitieron preguntas.

La Fundación, para dar el sí a la venta, necesitaría contar con los votos a favor de dos tercios del Patronato, un caso similar a lo que ocurrió en el Valencia CF, con la diferencia que en la situación valencianista, la asfixia por la devolución del préstamo del banco complicaba cualquier tipo de debate. Aquí es diferente. El Levante no sólo empieza a salir del agujero económico en el que se había metido por su anterior gestión y que le obligó a pasar por el concurso de acreedores sino que recientemente ha sido elegido, incluso, como miembro de la comisión que negociará la venta de los derechos de televisión. El club goza ahora de cierta salud y sus gestores siempre han presumido de no estar dispuestos a dejar al Levante en manos de gente de fuera.