Oportunidad para dar un gran golpe

La mala racha dejó al Levante alejado de la parte alta de la clasificación, pero los tres puntos darían un efecto doble. Seguir sumando y alcanzar la treintena, aunque no finalizaría ni por esas la jornada en puestos de promoción. Y segundo, prevenir a un rival directo de que siga sumando. Si el Levante quiere pelear por el ascenso, debe afrontar este partido como una final.

Y lo puede ser. Calleja estuvo cuestionado pese a que el club le quitase importancia antes del examen que afrontó ante el Pucela. Lo aprobó, raspado, pero lo aprobó. Lo de la Copa, un espejismo. Como si no hubiese sucedido. Debajo de la alfombra y a olvidarlo. Mente puesta en Gijón. Saldrá con todo el técnico, que apenas tiene cuatro bajas por lesión y que son las ya habituales de las últimas convocatorias: Vezo, García, Capa y Romero. Precisamente en la lista repetirá Sangare, el joven de 16 años por el que el Levante recibió una oferta de 2 millones y que debutó ante el Amorebieta. Complicado que repita como titular y más en un escenario como este, pero no descarten que participe en la segunda mitad si es necesario. El once se predice solo. Todo apunta a repetir la fórmula que venció al Valladolid, con la modificación de incorporar a Dela, que estuvo magnífico en Copa, por Xavi Grande. Calleja no está apostando de inicio por los canteranos lejos del Ciutat de València si no es necesario. En ese tipo de partidos fuera de Orriols, mejor experiencia y veteranía que juventud y atrevimiento.

Enfrente habrá una máquina bien engrasada. El proyecto asturiano ha apostado fuerte tras casi una década en Segunda y quiere regresar a la élite. El fichaje de Yáñez en portería les ha aportado la solidez necesaria para pelear por estar arriba. Los goles los sigue poniendo el de siempre, Djuka. Y ojo con las bandas: Campos y Hassan son puñales y ya han despertado interés de equipos de superior categoría. Y por supuesto, un viejo conocido para la parroquia granota. Róber Pier se enfrentará al Levante por primera vez desde su salida este verano tras aquel fatídico penalti de la final ante el Alavés. Una mano que cambió el curso de la historia de la entidad. Los jugadores azulgrana conocen sus virtudes y sobre todo, sus defectos.

Ahí deberán ser claves Fabrício y Dani Gómez, que con la lesión de Romero y el mal momento de Bouldini —defenestrado desde aquella ocasión egoísta que tuvo ante el Mirandés—, se han ganado al titularidad a base de buenas actuaciones y goles respectivamente. En definitiva, los de Gijón son tres puntos vitales para el Levante y quién sabe si para el futuro de Calleja.