El gol de Joni Montiel en el minuto 90, con el suspense que da el rechace de un penalti fallado, representó una inyección de vida. Los cerca de 3.000 granotas desplazados a Vila-real, que hicieron a los de Javier Calleja sentirse como locales en el Estadio de la Cerámica, estallaron con el pitido final. Los jugadores del Levante se acercaron a la grada para celebrar junto a su afición que, pese a ser remotas, existen opciones de lograr el billete directo a Primera División en la última jornada: el próximo sábado contra el Oviedo en el Ciutat de València. Futbolistas como Iborra y Brugui no pudieron contener las lágrimas sobre el césped al empaparse de la ilusión de su hinchada. Hace falta una carambola. Sí. Pero el fútbol entiende de milagros. Que se lo digan al vestuario azulgrana que subió en 2010, por ejemplo. Orriols quiere soñar. Y en caso de que la próxima semana no termine con los seguidores en la fuente de las Cuatro Estaciones, quedará un play off que ofrecerá una segunda oportunidad.
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A lo largo de las últimas semanas, el Levante ha perdido demasiadas oportunidades para amarrar el ascenso directo. El equipo se encuentra lejos de su mejor momento. Sin embargo, este sábado salió reforzado de una montaña rusa de emociones. Frente al Villarreal B, los escasos tramos de frescura del cuadro granota condujeron a una trascendental victoria sobre la bocina. Esos tres puntos permiten a los de Calleja encarar la última jornadas con la calculadora en la mano. Estarán obligados a ganar al Oviedo y dependerán de lo que ocurra en el duelo que disputarán Las Palmas y Alavés y del partido del Granada, que recibirá al Leganés. El Eibar, el único de los aspirantes que tropezó al no pasar del empate frente al Sporting de Gijón, se ha descolgado. El equipo armero ya sabe que deberá disputar el play off.
Este sábado, hasta en dos tramos del encuentro, el Levante se despidió del ascenso directo teniendo en cuenta los resultados que se estaban dando simultáneamente en otros estadios de Segunda. Finalmente, el gol de Montiel dejó abierta una puerta a la esperanza.
El Levante visitaba a un Villarreal B sin nada en juego, ya que tenía atada la permanencia. Los granotas estaban obligados a ganar si querían continuar en la pelea por las dos primera plazas de la clasificación. Una presión tremenda. Los de Calleja llegaban a la cita después de haber desaprovechado una oportunidad de oro el lunes, cuando firmaron las tablas contra un Ibiza descendido. El equipo ha fallado en momentos decisivos. Y ha bajado ostensiblemente el nivel de su juego ofensivo durante los últimos meses. Desde que arrancó marzo, sólo ha conseguido tres victorias.
En la Cerámica, con el objetivo de combatir la falta de profundidad, Calleja introdujo cinco cambios en el once inicial. Transformó los laterales y la delantera. En punta de lanza, fue turno para Cantero y Bouldini. Y esta sociedad no tardó en aparecer.
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A los tres minutos, un exquisito pase en profundidad de Cantero propició un mano a mano entre Bouldini. El marroquí definió con sangre fría y sumó su octavo gol en Liga. No obstante, entre los cuatro arietes, acumulan sólo 15 dianas. Una cifra insuficiente.
El cuadro azulgrana entró en el partido con más lucidez y mordiente que en anteriores semanas, aunque pronto se enfrió. Bajó una marcha. Era una tarde de transistores, ya que todos los equipos que se jugaban el ascenso disputaron sus partidos al mismo tiempo. El Albacete se aseguró la sexta posición de la tabla, por lo que será el rival del Levante en las semifinales del play off si los de Calleja acaban terceros.
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En el banquillo del Levante estaban muy pendientes de los demás duelos. Y en el minuto 11, Mikel Rico marcó para adelantar al Cartagena frente a Las Palmas. En ese instante, los granotas se colocaron en segunda posición. Sin embargo, ese billete de ascenso directo duró poco en sus manos. Cuatro minutos después, el cuadro canario empató. Luego acabaría goleando.
El Levante había disminuido el ritmo y lo acabó pagando. Antes de la media hora, el Villarreal B encontró un agujero en la defensa y Millán marcó ante un Femenías demasiado estático. Unos segundos después, el Granada se adelantaba ante el Mirandés y, provisionalmente, el Levante se quedaba sin opciones de ascenso directo. Los de Paco López y Las Palmas estaban en Primera matemáticamente... Pero la jornada iba a dar más vueltas.
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El Levante reaccionó rapidísimo con una diana de Montiel desde fuera del área. El equipo recuperaba sus posibilidades antes de marcharse al descanso. Y el segundo acto arrancó sin la imagen esperada. Los granotas se mostraban espesos, carentes de ideas.
Y la especulación salió cara. Iborra cometió penalti al llegar tarde en una acción y Ontiveros lo puso el 2-2 con un disparo magistral. Un panorama desolador. Nuevamente, el Levante decía adiós al ascenso directo. Calleja llamó a Brugui, quien volvía a jugar cinco meses después.
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Femenías se lució para mantener al equipo dentro del partido y, en el minuto 90, Montiel hizo una diablura. Sufrió un penalti y él mismo se encargó de entregar la victoria al Levante. Marró el lanzamiento, pero rectificó al recoger el rechace. Máxima tensión. La Cerámica, granota por un día, explotó. Es el momento de soñar.
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