Pablo Martínez se hace fuerte. Después de dos cesiones en Segunda División, al Mirandés y al Huesca, el centrocampista madrileño ha dado un paso adelante en el Levante. Está disfrutando de oportunidades y el pasado sábado, en un partido clave ante el Granada, exhibió su personalidad sobre el césped para compensar las sensibles bajas de Vicente Iborra y Pepelu García. Su rendimiento y su proyección han llevado al club a acelerar su blindaje. De esta forma, la dirección deportiva granota, encabezada por Felipe Miñambres, afronta una semana clave con tal de cerrar un acuerdo de renovación con el futbolista. Hay ciertas diferencias económicas, aunque existe el convencimiento de que se alcanzará un entendimiento.
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El actual vínculo con Pablo Martínez expira en 2024 después de la ampliación pactada en 2020. Las conversaciones están en marcha y sí existe una sintonía total en cuanto a la duración. Y es que el nuevo contrato, que entraría en vigor el 1 de julio, duraría hasta 2026. Durante los próximos días, ambas partes tratarán de acercar posturas sobre las condiciones salariales. A la hora de negociar, el club se muestra prudente al contemplar el temido escenario de seguir en Segunda, ya que la estabilidad institucional pasa por el ascenso inmediato.
El Levante necesita subir esta temporada a Primera para poder mantener la estructura que ha construido a lo largo de los último años. En caso contrario, el club se vería obligado a aplicar significativos recortes. Más allá de esta incertidumbre sobre la categoría en la que militará el equipo la próxima campaña, tanto la directiva como Pablo Martínez tienen plena confianza en zanjar un acuerdo pronto.
Su cláusula de rescisión no preocupa, ya que en estos momentos es de 38 millones de euros. El madrileño se siente cómodo en el Levante y en Valencia. Aterrizó en el filial azulgrana en 2019 procedente del Alcorcón y tardó muy poco tiempo en debutar con el primer equipo a las órdenes de Paco López. El 1 de diciembre de aquel año, disfrutó de los últimos minutos del partido de Liga frente al Getafe.
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Después de su cesión al Huesca durante la segunda parte de la pasada temporada, Pablo Martínez se ha asentado en el primer equipo. Con Mehdi Nafti en el banquillo no disputó ningún encuentro como titular. Sin embargo, a raíz de la destitución del franco-tunecino, el centrocampista ha partido de inicio en ocho de las 14 jornadas disputadas y sólo se ha quedado sin jugar en una, ya que cumplió sanción por la roja que vio ante el Ibiza. Además, ha marcado un gol.
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Precisamente, el Levante se ha propuesto reforzar su apuesta por las categorías inferiores. El presidente granota, Quico Catalán, ha anunciado su plan estratégico para los próximos cinco años, que incluye el objetivo de afianzar un modelo de escuela que garantice un promedio de anual de 1,4 jugadores para el primer equipo y alcanzar un 40% de canteranos en la plantilla.
Franquesa, cerca del Leganés
Mientras tanto, el Levante trabaja en la salida de Enric Franquesa en el mercado invernal. El lateral izquierdo catalán, quien está gozando de escaso protagonismo, busca continuidad y tiene encauzada su cesión al Leganés.
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