CAYETANO ROS
Domingo, 28 de febrero 2021, 09:55
-¿Cómo es el orgullo granota?
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-Aquí se ha trabajado mucho para ser de Primera División y ser respetado en Valencia y en toda España. Tiene mucho sentimiento para mi generación, que has visto al equipo en Tercera, Segunda B, Segunda A. Los valencianos no pensaban que el Levante iba a estar tantos años en Primera. El Levante ha conseguido que Valencia tenga dos equipos en Primera. Ese el orgullo. Después de ganar al Atlético o al Madrid, tienes una Ciudad Deportiva, la cantera se codea con el Villarreal y el Valencia, el fútbol femenino está en primera línea, la labor social de la Fundación… Ya ves niños con la camiseta 'granota'. El aficionado puede ir con la cara bien alta y decir: 'Soy del Levante'.
-¿Cuándo vio por primera vez el césped del campo del Levante?
-Era el año 73, en un Levante-Ontinyent, de Tercera. En el Ontinyent jugaba un delantero centro, Juan Bayarri, que después jugó en el Castellón, gran amigo. Vine para verlo a él. Para nosotros era un gran estadio, como si fuera Maracaná, ya era Nuevo Estadio. Después ya vine más veces, y ayudaba a la gente a tirar las almohadillas gordas al terreno de juego. Y después se recogían con carretillas. Los niños les ayudábamos. Y luego te colabas por el túnel de vestidores para ver a Antonio Calpe, a Murúa, a Febrer… Era muy accesible. Yo tendría 13 años.
-¿Cómo era Antonio Calpe?
- Como futbolista, vino del Madrid y en la grada le decían 'Don Antonio', la gente mayor. Lo conocí después como técnico. Era un crack.
-¿Cómo le dio por la jardinería?
-Yo siempre he trabajado en el campo. En mi pueblo (Meliana), unos amigos cogimos el equipo de fútbol y cada uno se encargó de un área. Yo me quedé a cuidar del terreno de juego de La Serra (ya desaparecido). Y, por el césped, se convirtió en un referente de la comarca.
-¿Ha sido autodidacta?
-Sí, no había especialidad sobre el estudio del césped. Solo había libros en inglés en los ochenta. Yo le ponía la aplicación de la huerta: de una tomatera, de una col… Y sigue teniendo mucho que ver la agricultura con el cultivo del césped. Mi generación es autodidacta. Mi padre, El Blanco de Meliana, fue muy buen agricultor. Mi madre, La Botera, vive todavía. Mi abuela nació en El Charco, de Foios, de esa familia.
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-¿Cómo llega al Levante UD?
-Yo estaba haciendo trabajos al Madrigal, vino el Levante a jugar allí un partido de Liga, aquí hacía falta una persona que se ocupara del cuidado del campo y les dieron razón de mí. Una casualidad. Del antiguo Madrigal me vine aquí. Año 88.
-¿Y al Madrigal?
-El Olímpic de Xàtiva vino a Meliana a jugar un partido amistoso. El entrenador, Benito Floro, le gustó cómo estaba La Serra y me invitó a ir a Xàtiva, a La Murta. Floro se marchó al Villarreal y me llevó con él. Siempre se lo digo: 'Tú me quitaste de la agricultura'. Era un adelantado a su tiempo.
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-¿Cómo era el Levante en 1988?
-Era una familia y un buen equipo, en Segunda B, con Vicent Latorre, Rastrojo, Martínez… Ese año se subió a Segunda A. El futbolista era entonces una persona normal, que pasaba desapercibido. Y yo era uno más de la plantilla.
-¿Con qué futbolista tuvo mejor relación?
-Con Quini, el delantero centro. Y con el portero argentino Pablo Caballero. Yo venía a sentarme aquí al córner, al Raconet, solo para ver a Murúa sacar los córners. Ha habido grandes futbolistas: el 'tronquito' Magdaleno, Herencia, Latorre, Rivera, El Comandante, El Pistolero… Pero me quedo con Quini, ha sido fantástico.
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-¿Y entrenadores?
-Manolo Preciado ha sido como ese hermano que quieres encontrar toda la vida. Hicimos amistad a raíz de una bronca que tuvimos por el terreno de juego. Él se quejaba del césped, pero no es lo mismo el verano de Santander que el de Valencia: un campo antiguo, sin drenaje… Y a partir de ahí nació una gran amistad. Manolo era un entrenador muy normal, ese era su secreto. Está muy clavado en mi corazón.
-¿Qué le enseñó?
-Yo en aquellos momentos pasaba unos momentos jodidos en mi vida personal y me enseñó lo que es tirar adelante.
-El césped del Levante no estaba tan bien como ahora.
-Casi a los 40 años se le cambió la cubierta vegetal, a los 44 se le hizo un drenaje, que no tenía… hasta 2003 no tuvimos Ciudad Deportiva, aquí se entrenaba y se jugaba, en verano se hacían partidos entre amigos… se podían jugar 30 partidos en un mes en verano. El campo estaba mal. El Levante ha crecido mucho. La reforma del estadio es un punto de inflexión y también es el mejor momento del césped: tenemos lámparas de vapor de sodio para el crecimiento, seis máquinas para cortar el campo, gente para cuidarlo… En eso hemos crecido mucho. Esto viene todo de la agricultura.
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-¿El momento más duro?
-Cuando en 2008 el equipo estaba en una situación muy mala en todos los aspectos.
-¿Y el mejor?
-Lo de JIM fue espectacular, lo de ahora también, pero me quedo con el ascenso con Manolo Preciado a Primera División en 2003-04, después de 40 años estando en Segunda y Tercera. Después el ascenso de Luis García, que también fue un señor.
-¿Tiene nostalgia del fútbol antiguo?
-Sí, mucha. Yo vengo del fútbol de pueblo. Una Regional Preferente de antes tenía mucho valor: un Catarroja-Eibar de ascenso a Segunda B. Un futbolista debía tener bastante nivel para jugar en esas categorías. Antes ibas a un pueblo, campo La Serra, campo Rosal, La Fileta, los bares siempre en el córner, siempre había dos del pueblo que jugaban… Los derbis Foios-Meliana, Meliana-Foios, eran tremendos: 1.500 personas en el campo.
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-El Meliana tenía buenos futbolistas…
-Sí, la época de Pascual Molins de presidente fue muy buena. Recuerdo a El Mexicano, Devís, y a El Puça.
-¿Qué equipos tienen el mejor césped?
-El Real Madrid y el Barcelona. También Mestalla. El amigo Javier Sánchez trabaja bien. Y el nuestro está a la altura.
-¿En qué ha evolucionado el fútbol?
-En todo, hasta en la indumentaria. Cuando yo empecé los futbolistas tenían un poco de 'panxeta' como yo. Antes de un entrene se fumaba o se tomaba un carajillo. Los equipos rivales, antes del partido, se hacían un carajillo en el bar de la esquina. Pirri hacía de utilero y de masajista. Juan Muñoz, de entrenador, y Antonio Calpe, de segundo, se encargaban de entrenar al equipo y después de entrenar a los porteros… El viernes, baño y masaje. Antes era impensable que se cambiaran al descanso la camiseta. Ahora hay entrenador de porteros, preparadores físicos, segundo entrenador, tercero, gente grabando los partidos… Los futbolistas son atletas.
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-¿Cómo es Paco López?
-Estuvo aquí de futbolista el año del récord de 13 victorias consecutivas con Juande Ramos. Paco López es un buen tío.
-¿Ha acabado con el victimismo histórico del Levante?
-El 'yunque de la adversidad' de Paco Gandía. Paco López ha conseguido que el Levante se crea que es uno más de la Primera División. En la vida no hay que tener miedo a nada. Respeto, sí; miedo, no. Si no José Tomás o El Soro no habrían sido toreros.
-¿Cómo es el fútbol sin ambiente?
-Te tienes que crear el ambiente tú internamente. Es un huevo sin sal.
-¿Y el fantasma en una de las áreas (tras fallar un gol claro Correa con Aitor Fernández vencido)?
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-Duda dice que vio una cosita que pasaba por ahí. No sé nada.
-¿Cómo comenzó El Raconet (el museo de Raimon en una esquina del campo)?
-En la época de Manolo Preciado, en Segunda. Los futbolistas dijeron: 'Che, ¿no comeremos una paella'? 'Yo os hago una paella de categoría'. Ahí comenzó el circo de El Raconet. Uno dejó una camiseta y después vino todo lo demás.
-¿A quién se lo dejará en herencia?
-Al Levante, eso es 100% granota.
-¿Cómo fue la paella que le cocinó a Bruce Sprinsteen?
-De eso no se puede hablar. Hago buenas paellas, eso sí, la tradicional, mi abuela era de El Charco, no puedo fallar.
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-¿Se llevará muchos secretos?
-Sí, muchos, de lo que he vivido y de lo que veo. Se irán conmigo.
-¿Cómo vive la rivalidad con el Valencia?
-Tengo allí buenos amigos, como Javier Sánchez. Y he pasado muchas aventuras con Españeta, Antonio Campos, el atleta….
-¿Qué le parece que el club esté en manos de un señor de Singapur?
-Pienso igual que todos los valencianistas: mal hecho. El Valencia debería estar en manos de los valencianos.
-¿Qué hará cuando se jubile?
-Irme a la huerta a trabajar.
-¿Le hace ilusión el día a día?
-En estos momentos sí. Estamos en el mejor momento.
-¿Qué es lo que más le gusta de su profesión?
-Lo más que me gusta es ver cómo el césped crece bien y está vigoroso; y lo que menos la sabiduría que tienen del césped los ignorantes.
-¿Qué otras aficiones practica?
-Cocinar en casa. Y tengo un pequeño museo agrícola en el barrio Batalla de Meliana, toda lleno de aperos de labrar de la huerta. Allí paso mis días de descanso.
-¿Cómo es el presidente de honor (Paco Fenollosa)?
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-Paquito es todo bondad. Hablo con él todas las semanas.
-¿Morales?
- Muy humilde. Es un futbolista hecho a sí mismo. Morales ha creado a Morales. Lo comparo a mi amigo Manolo Campuzano.
-¿Y Roger?
-Un rebelde del área. Me encanta: cuando veo que pega media vuelta, digo: 'Gol'.
-Si volviera a nacer, ¿repetiría todo lo que ha hecho?
-Posiblemente no, me dedicaría 100% a la agricultura. Yo tenía que haber sido labrador. Por circunstancias de la vida me metí en el fútbol. Cuando acabe aquí, me compraré un par de 'haques' y a labrar.
-¿Su nombre tiene algo que ver con el cantante de Xàtiva?
- No, yo soy José Ramón y en el pueblo, los amigos empezaron a llamarme Raimon. No tiene nada que ver con 'Al vent'. No soy nada político.
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