Las ansias de ganar condenan al Paidos Mar Dénia

Las ansias de ganar condenaron al Paidos Mar Dénia- F. Fernández Luna en el choque que jugó en casa ante el Nueva Elda. El resultado final de 1 a 4 fue un excesivo castigo para un grupo de chavales que acabaron totalmente desilusionados por un marcador tan duro.

En este choque hay que significar que los colegiales plantaron cara a un gran conjunto como es el Nueva Elda, que en sus filas tiene a tres jugadores recientemente convocados por el seleccionador juvenil valenciano. El partido fue muy intenso, con un rival que acudió a Dénia a ganar y desde el pitido inicial ejerció una presión muy alta. Esto provocó que los locales apenas pudieran salir con el balón a campo contrario. De hecho se jugó gran parte de los minutos en el campo del Paidos.

Con un gran movimiento del balón, los eldenses encerraron a los colegiales, que tuvieron que emplearse a fondo en defensa tratando de aguantar el acoso al que fueron sometidos por unos jugadores que hicieron trabajar a fondo al meta local, Caudeli.

Los dianense lograron su objetivo de irse al descanso con su portería a cero, con un empate más que merecido.

En el arranque del segundo tiempo, el entrenador colegial cambió a su portero, algo habitual, y en su lugar entró José Iglesias. El juego siguió con el mismo patrón, control total del Nueva Elda ante un Paidos que trabajó bien en defensa.

Pero el muro defensivo local se vino abajo cuando en el minuto 27, el brasileño Miguel Vinicius consiguió batir al guardameta con un certero disparo. En la jugada posterior, Murillo Augustó, hermano del goleador, vio cartulina roja directa por dar un empujó a un rival.

La respuesta colegial llegó un minuto después tras lanzar un rápido contraataque que culminó Adrián, marcando el tanto del empate. A partir de ese momento, los visitantes volvieron a volcar su juego sobre el área dianense.

Los minutos fueron avanzando con total control de juego del Nueva Elda ante un fatigado rival que, pese a todo, mostró sus ganas de ganar. A falta de dos minutos para el final, el entrenador del Paidos arriesgó, puso portero jugador y esta fue su condena. Tres robos seguidos del esférico significaron tres goles para los visitantes.

Al final, contrariedad en la cara de los jugadores colegiales y victoria justa para un rival que tuvo que emplearse a fondo ante un rival que le puso muy complicado su triunfo.

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