Benitatxell halla los restos arqueológicos del antiguo lavadero de l'Abiar

Tras una campaña de excavación, los expertos han confirmado la aparición del

muro principal del lavadero en muy buen estado de conservación

Tras varios días de trabajos de excavación, se ha confirmado el hallazgo de los restos arqueológicos del antiguo lavadero de l’Abiar de Benitatxell, todo un símbolo del patrimonio local. que fue soterrado cuando se construyó la carretera en los años 70.

El lavadero de l'Abiar fue en la primera mitad del siglo XX un espacio social muy relevante, especialmente para las mujeres de la época, que acudían andando desde el casco antiguo para hacer la colada aprovechando las aguas de los pozos.

Hasta ahora se desconocía si el lavadero fue destruido o simplemente se asfaltó encima. Los arqueólogos al frente de los trabajos de excavación han confirmado el "excelente estado de conservación".

"Recuperarlo ha sido todo un triunfo. A pesar de la oposición y las reivindicaciones de la ciudadanía, en los años 70 lo taparon y con él quedó enterrada una parte de nuestra historia", manifiesta el alcalde, Miguel Ángel García, quien se muestra emocionado por el hallazgo y por recuperar las raíces y tradiciones de El Poble Nou de Benitatxell.

La recuperación del lavadero de l’Abiar ha sido posible gracias a la colaboración de varias de sus vecinas más veteranas: Maria, Teresita, Isabel, Lola y el vecino Pepe Vidal, quienes han ayudado con su memoria a poder situarlo y documentarlo.

“Sin sus testimonios lo hubiésemos tenido difícil. Ellas y él han sido nuestras guías en todo momento. Les estaremos eternamente agradecidos”, subraya el concejal de Patrimonio Víctor Bisquert, quien, como también edil de Iguadad, destaca la perspectiva de género de este hallazgo.“Este espacio era regentado casi en exclusividad por las mujeres, quienes, en un mundo de organización patriarcal, tenían que asumir todas las tareas domésticas y de crianza, además de los trabajos que realizaban fuera del hogar. Recuperar el lavadero de l’Abiar es también rendir homenaje a todas esas mujeres".

Los trabajos no han sido fáciles debido al nivel freático del terreno que inundaba de agua el área de excavación. Finalmente, los arqueólogos de Arqueo Inventario, que están al frente de la Oficina de Patrimonio y Arqueología local, confirmaban que tiene 2,9 metros de ancho y se encuentra colmatado a una profundidad de 1,5 metros en la parte superior y 2,4 metros en la inferior.

Tal y como suponen los expertos, el lavadero tendría al menos el doble de largo que de ancho, ya que, según los testimonios de las mujeres que han colaborado en la descripción y la recreación de este espacio, en la época lavaban unas cinco mujeres por cada lado y dos en cada extremo.

El pavimento es cerámico y estaría construido con piedra y mortero de cal y rematado con piedras de lavar lisas, que cuentan con una característica inclinación.

Además del lavadero, han aparecido otros importantes elementos como una antigua acequia que se encontraba separada del lavadero por un muro de piedra y una botella datada entre los años 1916 y 1934.

Como marca el protocolo, estos hallazgos ya se ha notificado a la conselleria de Cultura y se está redactando el informe correspondiente. Por el momento, la zona quedará acotada a expensas de las indicaciones de Cultura con los siguientes pasos a seguir para su recuperación.

El impulso para recuperar este patrimonio se inició en 2021 con la contratación de un estudio de georradar en el entorno de los pozos de l'Abiar para intentar localizarlo y documentarlo. Este estudio concluyó en diciembre dando resultados positivos de la posible existencia de restos arqueológicos.

El siguiente paso fue el de documentar la ubicación del lavadero y sus características a través del testimonio oral de los vecinos de mayor edad que estuvieron familiarizados con su uso a principios del siglo XX y que han sido totalmente frutífero

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