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R. González
Dénia
Lunes, 16 de mayo 2022, 12:19
El pique de la pasada semana entre el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, y el conseller en aquel momento de Obras Públicas, Arcadi España, al anunciar un tranvía que conectará Gandia y Dénia ha sentado como una bofetada al Cercle Empresarial de la Marina Alta (Cedma). Su presidente, Benito Mestre ha exigido este lunes “seriedad” en una conexión ferroviaria tan importante y necesaria para la comarca y que “no se rían” de su población.
El máximo representante de la patronal comarcal ha considerado vergonzoso que a pocos meses de las elecciones ambas administraciones vuelvan a acordarse del tren de la costa. Mestre ha recalcado que el empresariado de la zona lleva años reclamando el enlace Gandia-Dénia y ha apostado por una colaboración público-privada para hacer realidad este proyecto largamente reclamado.
De hecho, ha recordado que han estado siempre al lado de los ayuntamientos de la Marina Alta y la Safor en todas las reivindicaciones. Sin embargo, “nadie ha movido una piedra”. Es más, ni siquiera han empezado los expedientes de expropiación de terrenos para ejecutar esta infraestructura, ha recordado el presidente de Cedma.
Desde la patronal han subrayado que la sociedad ha recibido con “risas sarcásticas” las declaraciones de Diputación y Generalitat, porque ya cuesta creerles. Por un lado, le ha recriminado a Mazón una propuesta sobre una materia en la que no tiene competencias la Diputación. Por el otro, a España le ha reprochado que replicara a ese anuncio con otro de que en breve presentarían un proyecto de conexión por tranvía.
Tal es el hartazgo que tienen ante tanta promesa que les cuesta dar crédito a las proposiciones que oportunamente salen a relucir cuando se aproximan votaciones. Por ello, Cedma ha pedido que si realmente existe una propuesta seria, como indicó el conseller, “que la muestren”. Su presidente ha insistido en que les fastidia que este tema se politice y que se juegue con las ilusiones de los ciudadanos y empresas, que llevan años y pidiendo el tren.
Al respecto, la patronal ha hecho hincapié en que desconocen si hay alguien trabajando en esa conexión ferroviaria. Eso sí, “tenemos la certeza de que en los próximos años seguiremos cogiendo el coche o el autobús, y es lamentable”.
Benito Mestre se ha mostrado tajante, quiere “menos palabras y más hechos, que alguien mueva ficha”. Por eso ha exigido que se trate a la sociedad de la Marina Alta con el respeto que se merece y que se ofrezca una solución de una vez para hacer realidad ese enlace ferroviario que vertebrará la Comunitat y que permitirá unir dos comarcas vecinas.
Cedma, desde que se fundó en 2004, ha mantenido una postura firme. El Cercle Empresarial ha reivindicado el tren y ha ofrecido su apoyo a las administraciones. Y en esta cuestión ha ido de la mano de la patronal de la Safor, FAES. El pasado verano los máximos representantes de ambas, Benito Mestre y Juan Pablo Tur, defendieron la colaboración público-privada para impulsar la conexión. Los dos coincidieron en que era un buen momento para el presidente de la Generalitat pidiera al Gobierno central que barajara esa opción y que se planteara hacer realidad el proyecto por medio de los fondos europeos.
De momento no han visto ningún avance palpable en esta cuestión. Todo se ha limitado a la propuesta lanzada por Carlos Mazón el pasado jueves en un foro celebrado en Teulada Moraira, cuando se comprometió a que la institución provincial impulsaría un estudio de viabilidad del tranvía entre Dénia y Gandia. Declaraciones que obtuvieron una réplica horas después por parte de Arcadi España. El conseller avanzó que ya se trabajaba en una propuesta “seria y viable”, también de tranvía, que daría respuesta a las necesidades de ambas comarcas y que presentarían en las próximas semanas.
Este cruce de anuncios y las reacciones que han provocado llegan después de mucho tiempo sin noticias del tren de la costa que debe unir Valencia y Alicante por el litoral. Y en lugar de traer esperanza a esos territorios, ha derivado en malestar y sensación de tomadura de pelo al llegar siempre cuando se acerca las elecciones y se desempolvan proyectos que permanecían guardados en algún cajón.
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