El Dénia naufraga en la Copa Nostra al caer en Orba por 3 a 2

El Dénia se pegó un buen porrazo al caer ante el Orba por 3 a 2 en un choque donde rozó el ridículo. Un equipo local muy motivado sacó los colores a un rival que pese a que es de categoría superior no lo demostró sobre el rectángulo de juego. La ilusión, entrega y mejor juego de los chicos que entrena Javi Signes tuvo el premio buscado.

El técnico dianense, Diego Miñana, optó por conceder minutos a cuatro jugadores procedentes del juvenil, que fueron de los destacados, y los menos habituales en las últimas semanas, como Ribes, Destefano o La Peña.

Tras un inicio igualado, el primer tiro a la portería local por parte de los visitantes fue gol. El juvenil Dimi, en el segundo palo, empujó el balón al fondo de las mallas.

A partir de aquí, el conjunto dianense se dedicó a sestear. En cambio, su rival buscó la igualada, que culminó en el último minuto de la primera mitad. Pinxo llegó a la línea de fondo y puso un balón al primer palo donde Carim, tras robar la cartera a su marcador, remató de cabeza anotando el empate a uno.

En la segunda parte, Miñana sacó del campo a Destefano y a Lobo y dio entrada a Renzo y Jaume. Los locales dirigidos por Javi Signes creyeron en el triunfo y fueron a por él. Tras un error defensivo visitante, Carim encaró solo al meta, Álex, y le batió en su salida. El varapalo para el Dénia llegó un minuto después en un balón puesto al segundo palo, que fue rematado por Carlos que estaba libre de marca.

El castigo de 3 a 1 provocó que el Dénia despertase de su letargo, encerró al Orba atrás e intentó la remontada. Un claro derribo de Jaume en el área local fue castigado con penalti. Lo lanzó Renzo y puso el 3 a 2 en el marcador. Hubo emoción hasta el final con un Dénia que buscó el tanto de la igualada, que no llegó por el buen trabajo defensivo realizado por el Orba.

Al final del encuentro, el público tributó una gran ovación a los locales reconociendo que fue mejor que su rival y caras muy serias entre la plantilla y directiva dianense.

Hasta Orba se desplazó un buen número de aficionados dianenses, que al finalizar el encuentro se marcharon muy disgustados por lo que habían visto. La palabra que se escuchó fue la de vergüenza. Motivos tuvieron para ello porque este equipo, lejos de ilusionar, hizo enfadar no soló por su mal juego, sino por pensar que el partido se ganaba sin esfuerzo alguno.

Por cierto, hubo testigos de excepción viendo el partido, entre ellos Palau, nuevo jugador dianense, o los técnicos Manuel Esteban y Roberto Navarro. Lo mejor es que no hay tiempo para las lamentaciones ya que el domingo vuelve la liga y se reciben en el Diego Mena a visita del Alberic, partido que se jugará a las 17 horas.

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