Una protesta de los bomberos de Dénia obliga a buscar refuerzos en la provincia para la cremà

Las Fallas de Dénia de este año no van a estar marcadas sólo por la lluvia. Una protesta de los bomberos del parque comarcal ha obligado a buscar refuerzos para llevar a cabo su labor en la cremà, el último acto de las fiestas josefinas. Eso ha implicado el cierre de varios subparques en la provincia para que sus dotaciones puedan desplazarse hasta donde han de quemarse los monumentos y cubrir así los efectivos necesarios, según ha explicado uno de los bomberos.

En ese sentido, ha señalado que el motivo de la protesta es que les han quitado un efectivo. Según ha comentado, lo normal es que haya un mínimo de nueve personas en el parque comarcal, pero que les han bajado hasta ocho y «así no podemos seguir los procedimientos». Este bombero también ha puesto de relieve que el cierre de subparques va en detrimento de las zonas afectadas en el caso de que se produzca alguna incidencia que requiera su presencia, ya que tendrían que acudir bomberos de parques más lejanos.

La cremà ha comenzado a las ocho de la tarde con la falla de la Junta Local Fallera de Dénia. Poco a poco les está tocando al resto de monumentos. El alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, ha explicado que esta situación podría repercutir en un retraso en los horarios previstos. Pero eso se irá viendo a lo largo de la noche. En principio, está previsto que la falla de Baix la Mar, ganadora de la sección Especial, empiece a quemarse a la una y media de la madrugada, pero ahora dependerá del ritmo al que acudan los bomberos. Lo que sí está claro es que será el último monumento en desaparecer.

Las Fallas de Pego también requieren de la presencia de los efectivos del parque comarcal de Dénia. Allí la cremà se iniciará a las once y media de la noche. La edil de Fiestas ha confirmado que contarán con una dotación, como es habitual.

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