Secciones
Servicios
Destacamos
B. G. /R. G.
Dénia
Miércoles, 8 de febrero 2023, 13:59
La borrasca 'Gloria' lo destrozó hace tres años e Issack casi lo engulle por completo este martes. Es el muro de una urbanización de la playa Les Marines de Dénia que fue construido hace más de 40 años por el padre de Jorge Miquel, el actual propietario de la mitad de la urbanización que conforman doce viviendas.
Un muro, que según explica Jorge era más bien un murete, que su padre vio conveniente levantar porque veía la progresiva regresión de la playa, "por precaución, por si llegaba alguna vez el agua", indica, sin imaginar que el mar sobrepasaría el límite de esta valla. Entonces existía solo su vivienda, urbanizada en el solar que su abuela compró en 1940. "Tengo una foto de entonces en la que se aprecia que desde la casa había entre 80 y 100 metros de distancia con el mar. De hecho cuando lo compró se consideraba como suelo urbano que lindaba con la costa".
A sus 91 años, Jorge ha podido ver esa progresiva regresión y por eso cuando decidió construir en ese solar una pequeña urbanización en el terreno, reforzó el muro. Gloria dejó una imagen, que está siendo icono de lo que está ocurriendo en el litoral valenciano: la cancela solitaria a expensas de los embistes del oleaje y a sus pies los escombros.
"Lo que se ha acabado de destruir era lo que estaba más reforzado y con lo que no pudo el anterior borrasca, medio pilar de la puerta de hierro. Con el otro no ha podido porque está sujeto por hierro que se introducen medio metro en la tierra y tienen sujeción con otro brazo horizontal", explica Jorge, que a pesar de su edad ha impulsado junto con otros afectadas, más de 70 personas, una plataforma para llevar a los tribunales la ley de Costas para que se anule.
Considera que el problema no son ellos, que el problema ha sido la nula política que se ha hecho. "La ley de Costas no ha sido conservadurista y ha apostado más por las multas y la expropiación" e insiste que aunque se hayan hecho actuaciones incorrectas en el litoral, cuando su casa se construyó no estaba en primera línea de mar.
También está dispuesto a reconstruir el muro. De hecho, cuenta con la licencia de Costas para llevarla a cabo. El problema es la dificultad de la actuación, porque el agua alcanza la zona donde hay que actuar y también el alto coste económico que conlleva.
El muro casi está perdido, ahora lucha por conservar una urbanización, el único legado que quería dejar a sus hijos y que ahora se ha convertido en un problema.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.