Vecinos de El Verger exigen que se paralice la declaración de ruina de 319 nichos

La decisión del gobierno local de El Verger de iniciar la declaración de ruina de una zona del cementerio municipal, la parte más vieja, ha provocado gran revuelo. Uno grupo de vecinos ha exigido que se paralice ese proceso ya que implicará el derribo de 319 nichos, más antiguos de la localidad.

El mal estado de conservación ha provocado su deterioro con el paso del tiempo y desde el ayuntamiento se ha decidido actuar. Lo que los vecinos pensaban inicialmente que iba a ser una rehabilitación, al final no será lo que esperaban. El consistorio, a través de un cartel en el camposanto, les pidió a los familiares de los difuntos que se personasen en las dependencias municipales para que se les informara al respecto.

Los que entregaron sus datos han recibido una carta en las que informa a los propietarios de los nichos donde se encuentran sus antepasados que tienen un plazo de diez días para alegar si están en desacuerdo con lo que se va a realizar.

Según han explicado los vecinos, en la misiva les indican que “el importe estimado de las obras de reparación no se valora, no procede reparación, pues la vida útil de la construcción ha terminado, se trata de unos pabellones con una antigüedad de más de 100 años”. Y se añade que “donde actualmente se ubican 319 unidades, por las características que los nuevos nichos deben cumplir, sólo se podrán construir 236 nuevas unidades de nicho”.

Y este no ha sido el único disgusto. Las personas que los tenían en propiedad se quedarán sin ese espacio y si desean que sus difuntos sean inhumados en un nuevo nicho, entonces deberán correr con los gastos para que les cedan uno nuevo por un periodo máximo de 50 años. Eso les acarreará un coste de 450 euros, perdiendo lo que abonaron en su día para tenerlos en propiedad perpetua.

Entre los que allí descansan hay alcaldes, médicos, abogados, sacerdotes y gente del pueblo que ha construido la historia de El Verger, han apuntado los vecinos. Allí hay lápidas, sobre todo del siglo XIX y XX.

El colmo para los vecinos es que los restos que no sean reclamados por sus descendientes serán trasladados a una “fosa común”.

Ante esta situación, además de alzar la voz para exigir la paralización del procedimiento de ruina, los ciudadanos reclaman una asamblea con las autoridades para que les expliquen por qué no se pueden rehabilitar esos nichos.

Por su parte, la portavoz del PP, Adela Moncho, ha incidido en que lo más importante es informar a la población. En su opinión, se debería intentar rehabilitar la zona afectada y, en caso de no ser posible, que a los propietarios no les cueste dinero el traslado de los restos de sus familiares, pues ya tenían esos nichos en propiedad.

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