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R. González/N. Van Looy
Xàbia
Miércoles, 27 de abril 2022, 18:44
Las ganas de salir tras la pandemia unidas a la liberalización de la autopista AP-7 y los viajes de un día para ir a la playa han provocado un incremento de la presión turística en algunos puntos del litoral de la Costa Blanca. La importante presencia de visitantes que se acercan con sus vehículos a estos parajes de gran belleza han llevado a un par de municipios de la Comunitat a tomar medidas encaminadas a la sostenibilidad. Xàbia y Benitatxell cobrarán por ir a varias en coche. De momento son los únicos, otros descartan llegar a ese extremo.
Estas dos localidades de la Marina Alta ha apostado por dar ese paso de cara a este verano para proteger estos enclaves naturales. En el caso de Xàbia, el pleno aprobará este jueves la ordenanza fiscal reguladora de la tasa por estacionar en las calas del Portitxol y la Granadella. Propuesta que saldrá adelante al gobernar el PSPV con mayoría absoluta.
La intención de Xàbia es cobrar una tasa de 9 euros por aparcar durante los meses de verano en el entorno de estos dos parajes entre las 9 y las 19 horas. Una propuesta denominada “zona naranja”. Empezará a aplicarse en junio y estará activa hasta que acabe septiembre. Durante ese periodo volverá a ponerse en marcha la barrera que controla el acceso a las 130 plazas de estacionamiento disponibles en el parking de la Granadella. En el Portitxol habrá 60 plazas.
Como medida disuasoria y para evitar los atascos de vehículos privados que se han producido en años anteriores, el ayuntamiento está trabajando para establecer un sistema de transporte público en autobús hasta esos puntos. Además, los vecinos de la localidad contarán con un descuento del 25% en los billetes de ese servicio estival.
Ese dinero, según han reconocido desde el consistorio, se quiere destinar al pago de los gastos de personal y medios materiales que está soportando desde que en 2017 implantó medidas para controlar los accesos y el aforo a las calas. En todos estos años no había repercutido en las personas que acudían con sus coches hasta el parking habilitado.
El alcalde de Xàbia, José Chulvi, lleva varios años alertando del impacto que la presión turística tiene en el medio natural, como en el caso de los fondeos sobre la posidonia de los fondos marinos. Por ello se ha centrado en buscar soluciones que impidan que esa presión acabe con el modelo de vida de la localidad.
También el Poble Nou de Benitatxell está experimentando problemas de la masificación en la cala del Moraig durante los últimos años. Ese exceso de vehículos afecta al entorno, donde se encuentra el LIC dels Penya-segats de la Marina. Ello le ha llevado a plantear alternativas que disuadan a las personas de ir a ese enclave con sus coches.
La propuesta, que el ayuntamiento espera que esté lista para esta temporada estival, incluye un parking de pago, al igual que va a hacer su vecino municipio de Xàbia. En concreto, implantará un sistema de control de vehículos en la parte superior de la cala, ubicado antes de la entrada del actual aparcamiento. Desde ahí el trayecto hasta la orilla se hará a pie. Además habrá una cámara con lectura de matrícula para gestionar el nuevo sistema.
Asimismo, se habilitará una aplicación que permitirá saber en tiempo real la situación de ese estacionamiento, lo que evitará hacer viajes innecesarios cuando esté lleno. Y ofrecerá la opción de realizar reservas de forma anticipada para aquellas personas que quieran garantizarse una plaza cuando tengan programada una visita al Moraig.
Y para los que quieran ir a la cala, incluso cuando el parking esté completo, existe la opción del autobús lanzadera que ofrece de forma gratuita el Ayuntamiento de Benitatxell para animar a vecinos y visitantes a dejar sus coches en casa, con lo que se fomentan los desplazamientos más sostenibles.
Dénia también cuenta con algún punto en el que la masiva presencia de coches, que estacionaban en las cunetas, podían llegar a suponer un peligro o bloqueaban accesos a los vehículos de emergencias. El pasado verano optó por poner una barrera para restringir el paso en el tramo final de la playa de Les Rotes y que sólo pudieran pasar vecinos y clientes de los restaurantes con reserva previa. Habilitó un aparcamiento gratuito y desde allí un trenecito turístico acercaba a los bañistas hasta la playa de forma gratuita.
El alcalde, Vicent Grimalt, ha señalado que en ningún momento se ha planteado cobrar como van a hacer Xàbia y Benitatxell. Según ha recalcado, la intención es dar continuidad este verano a ese sistema que el año pasado aplicó en Les Rotes y que tuvo éxito.
La masiva afluencia de visitantes a los principales destinos turísticos de la costa valenciana provoca, en muchas ocasiones, problemas para la circulación en zonas urbanas que, salvo muy contados casos, no se planificaron en su momento para hacer frente a un parque automovilístico que crece de forma exponencial año tras año.
Por ello, y con el fin de, al menos, tratar de aliviar en cierta medida la problemática que supone el aparcamiento, los municipios han tenido que echar mano de la inventiva para parchear una realidad que, en cualquier caso, deberán abordar de forma mucho más profunda tarde o temprano.
La mayoría de esos destinos, que también han experimentado con la creación aparcamientos disuasorios alejados de las zonas más masificadas, opción poco realista si no se acompaña de un buen servicio de transporte público; han optado por la implementación de la ORA.
Así, algunos de los puntos del litoral de la Costa Blanca que reciben más visitas en los meses estivales, como podrían ser los casos de Benidorm o Calp con la zona naranja, han optado por delimitar una serie de áreas de pago por estacionamiento que se activan durante el verano y quedan sin efecto el resto del año para, de esta forma, facilitar la rotación de los coches y evitar que un vehículo quede estacionado en un mismo lugar durante varias semanas. Y localidades como Alboraya, Cullera o Teulada Moraira cuentan con zona azul en los tramos de playas urbanas.
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