JAVIER ZAMORA
Martes, 29 de abril 2014, 18:25
El Jávea mereció algo más que el empate a uno ante el líder, la UD Alginet. Hay que destacar que la afición al fútbol regional está muerta. La visita del líder no congregó a más de 75 personas en las gradas del campo municipal. Esto da más mérito si cabe a los esfuerzos que cualquier directiva hace diariamente para que el fútbol en los municipios pueda subsistir.
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Durante el encuentro hubo dos partes, una para cada uno de los equipos. En la primera el dominio fue del equipo visitante, con un Micó como conductor de juego, que marcó el ritmo del choque.
El Jávea arriesgó mucho con una línea de tres en defensa y siempre con las líneas muy adelantadas. En el minuto 28, una buena pared entre Juárez y Alberto Pomer hizo que Juárez se quedase solo ante Juanmi, al que batió con mucha habilidad.
El tanto dejó más descompuesto de lo que estaba al Jávea. Los locales no encontraron la forma para llegar al área del Alginet. En el minuto 45 una falta al borde del área, que lanzó magistralmente Francesc, provocó que el portero visitante no blocase el balón y Dino, que siguió la jugada, marcó con total facilidad.
Este gol psicológico cambió la decoración en el segundo período. El entrenador javiense, José Luis Bisquert, optó por cambiar el sistema de su equipo. Pasó a jugar con un claro 4-4-2 y eso le dio más equilibrio.
Iniciativa rojiblanca
Fue entonces cuando los locales llevaron la iniciativa en el juego ante un líder que estuvo muy desdibujado en el segundo período. Las ocasiones se fueron sucediendo para los rojiblancos. Dino disparó y Eric providencialmente rechazó el balón a saque de esquina.
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Con la entrada de Villa en el campo, los locales ganaron rapidez en ataque. La oportunidad más clara del encuentro la tuvo en sus botas el propio Villa, que no supo resolver un mano a mano con Eric y el delantero javiense estrelló su disparo en el cuerpo del guardameta valenciano.
Al final del choque se llegó con empate a uno, en un partido en el que el CD Jávea evidenció su falta de gol. De haber tenido más acierto se hubiese llevado los tres puntos ante el líder.
Por su parte, el Pego cayó derrotado en Massanassa por 3 a 0 y vuelve a entrar en puestos de descenso directo. Poca oposición supuso para los valencianos la visita del conjunto rojillo, que llegó a este encuentro con muchas bajas y consciente de que este no era un equipo de su liga particular por la permanencia. Con lo que no contaba el Pego fue con la victoria del Gandia ante el Benigànim, que le puede complicar la salvación.
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Su gran final será el sábado, cuando reciba la visita del At. Alginet al campo del Cervantes. Ese sí que es un máximo rival para conservar la categoría y ante el que está obligado a ganar si quiere salvarse.
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