
Ver fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver fotos
BERNAT ORTOLÀ
Domingo, 13 de septiembre 2020
«Estábamos de cumpleaños una quincena de amigos, se han ido pasando mensajes, ha ido llegando gente y se nos ha ido un poco de las manos». Más de 150 personas, llegadas de diferentes lugares de España, celebraron la noche del sábado una 'rave' en el Camí Marjals, en el término municipal de Pego, a escasos metros del Parque Natural del Marjal.
La fiesta, apuntan algunos vecinos, empezó alrededor de las 23 horas. «La música sonaba muy fuerte y el barullo de gente era importante», apuntó un vecino que veranea en una caseta de campo cercana. De hecho fueron varias las personas que, alertados por el ruido y el trajín en la zona, decidieron avisar a la Policía Local. Antes de las tres de la madrugada los agentes recibieron el primer aviso.
Noticia Relacionada
Una patrulla se acercó para saber de qué se trataba y encontraron un festival de música en el que había «cerca de doscientas» personas. Según indicaron, su procedencia era muy variada, pues había gente de Madrid, Zaragoza, Bilbao, Albacete o Vigo, así como de la Comunitat. También los había de la Marina Alta. De hecho, a primera hora de la mañana, ya con el dispositivo policial montado, llegó un vehículo conducido por una mujer de mediana edad, vecina de Gata de Gorgos. Había ido a recoger a su hijo pues por la mañana «tenían que acudir a la celebración de una comunión», dijo.
De madrugada, los agentes solicitaron a los presentes que dieran por terminada la fiesta. El requerimiento no surgió efecto y la música siguió sonando. Ayer por la mañana se acercaron hasta el lugar varias unidades de la Guardia Civil para intentar poner fin a la celebración ilegal y desalojar la zona. Hablaron con los organizadores del evento, pero prefirieron esperar en la entrada del camino para iniciar los controles de alcoholemia a medida que la gente saliese.
Fue sobre las 9.30 horas cuando empezaron a aparecer algunos de los participantes. Entablaron conversación con los agentes, incluso les pidieron agua al decir que se la habían terminado toda. Pero el camino estaba cortado con una gran cadena. El alcalde de Pego, Enrique Moll, quien decidió personarse para intentar solucionar el asunto, se puso en contacto con el dueño de la parcela, quien acudió al poco rato. El hombre, de avanzada edad, aseguró desconocer quién había autorizado entrar a toda esa gente, aunque reconoció que sus hijos podrían estar entre los organizadores.
Alrededor de las 11 de la mañana, ya con la cadena abierta y el paso libre, empezó el desfile de vehículos. «Hemos contado unas ocho furgonetas, una veintena de coches y dos autocaravanas», indicaron los agentes. También empezaron las pruebas de alcoholemia entre los conductores y la mayoría fueron negativas. «No entendemos el revuelo que se ha montado, era una fiesta privada y no estábamos molestando a nadie. Además estamos haciendo caso a las autoridades», apuntó un joven.
Otra chica, de Madrid, indicó que habían respetado el entorno. «Lo hemos dejado todo limpio, ni tan siquiera hay una colilla». En cuanto a cómo se habían enterado de la fiesta, comentaban sin muchas explicaciones que se habían enterado a través de grupos de mensajería móvil. Poco antes de las 13 horas, apenas quedaban media docena de personas. El resto marcharon, tras ser identificados por la Guardia Civil. Se enfrentan a una multa por infracciones graves al incumplir las medidas sanitarias y otra posible por la normativa ambiental.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.