Redacción
Jueves, 5 de noviembre 2020, 18:48
El joven de 20 años detenido ayer en Calp tras protagonizar una persecución por varios pueblos de la Marina Alta en la que resultaron heridas hasta siete personas, cuatro de ellas agentes de la Guardia Civil, se acogió ayer su derecho de no declarar y pasará hoy disposición judicial. El espectacular suceso tuvo lugar el miércoles alrededor de las 9 de la mañana, cuando dos agentes de la Policía de Poble Nou de Benitatxell dieron el alto a la furgoneta que el ahora detenido conducía por el casco urbano. El motivo para pararle, según fuentes policiales, fue que el joven no señalizó con el intermitente la realización de una maniobra de conducción.
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Al ser requerido para que facilitase la documentación de la furgoneta, se negó activamente, dándose inmediatamente a la fuga y golpeando a uno de ellos en el brazo con el retrovisor del vehículo. Fue entonces cuando dio comienzo la frenética huida del conductor, con dirección inicial a Teulada, siguiendo a continuación por la nacional N-332 y por diversas carreteras convencionales, pasando por poblaciones como Llíber, Senija y, finalmente, Benissa.
Durante el trayecto, de una hora aproximada de duración, el conductor fue colisionando con otros vehículos estacionados, con mobiliario urbano e, incluso, con otros vehículos en movimiento, ocasionando diversos accidentes de circulación, todos ellos de carácter leve, aunque resultaron heridos dos ocupantes de un autobús de línea y un conductor de otro vehículo.
En esta breve franja de tiempo, se fue coordinando a contrarreloj un dispositivo para interceptar el vehículo, según la circulación errática que iba marcando el autor. La prioridad principal de la Guardia Civil era detener la marcha del vehículo, que presentaba un grave riesgo a la seguridad ciudadana.
Llegados a la localidad de Benissa, un primer control de Policía Local intentó bloquearle el paso. El conductor sobrepasó sin dudarlo dicho bloqueo, motivo por el cual, uno de los componentes realizó un total de cuatro disparos a la rueda delantera izquierda de la furgoneta, impactando todos en ella, sin poner en peligro la integridad física del conductor ni tampoco de terceras personas.
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En un segundo punto, establecido por agentes de la Guardia Civil, los agentes intentaron que el conductor se bajase del vehículo, cosa que hizo, comenzando a propinar golpes a los guardias civiles, forcejeando con ellos y oponiendo una violenta resistencia, ayudado por su corpulenta complexión física.
Seguidamente, el joven se subió de nuevo a la furgoneta, decidido a continuar con su fuga, momento en el cual uno de los agentes realizó otros 4 disparos, esta vez a la rueda trasera izquierda, impactando también todos en ella. La furgoneta siguió circulando en ese estado, con las dos ruedas perforadas, llegando a una calle sin salida, dónde el joven fue alcanzado y detenido.
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La Guardia Civil continúa con las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de la causa por la que el conductor se dio a la fuga, aunque todo apunta a que el detenido presenta trastornos mentales.
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